Aunque presentado en Ginebra a principios de año, el V40 sigue siendo el modelo que Volvo quiere utilizar como estandarte. Con un unas cuotas de ventas anuales fijadas en 90.000 unidades, dispone dos chasis a elegir, el general, cuya rigidez y centro de gravedad permite un equilibrio entre dinamismo y confort y el Sport, 10 mm más bajo que el anterior y cuya suspensión ha sido ajustada para dar una mejor respuesta ante situación que requieren un ápice de énfasis al volante.
Por otro lado, la seguridad, habitabilidad y eficiencia energética son los valores que antepone la firma sueca. Contando con motores de gasolina y gasóleo, los primeros cuenta con versiones cuyos consumos son muy ajustados para las prestaciones que poseen, a modo de ejemplo, el bloque más pequeño, el 1,6 litros sw 115CV conocido como D2 tiene un consumo de tan solo 3,6 l/100 y unas cuotas de producción de C02 de 94 g/km mientras que, en el otro extremo, el potente T5 de 2,5 litros y 254 CV necesita 7,9 l/100 km lo que supone un consumo muy ajustado para este tipo de motores.
Tres en uno
El gran destacado es el híbrido con motor alimentado por gasóleo V60 Plug-in Hybrid y sus tres opciones de conducción: Pure, Hybrid y Power.
Dependiendo de las necesidades, la elección del modo puede facilitar el ahorro de combustible o dotar al vehículo de un poderío extraordinario. Así, en el modo Hybrid el consumo se sitúa en tan solo 1,8 l/100 km, a la ves, puede circular hasta 50 kilómetros en modo eléctrico lo cual supondría la nula emisión de gases contaminante pero, si las circunstancias lo requieren, la combinación del motor diésel con el eléctrico permitirían disponer de 215+70 CV y un par 440+200 Nmpudiendo acelera de 0 a100 km/h en solo 6,1 segundos.
Se espera una producción de 1.000 vehículos para 2013 y quintuplicar la cantidad en 2014.
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