El pequeño fabricante de coches deportivos de forma artesanal, de origen alemán, nuevamente vuelve a ser noticia, pero esta vez son muy buenas noticias, sobre todo para la firma ya que hace algunos años anunciaron que se quedaban fuera del mundo de la fabricación de coches al experimentar serios problemas de tipo económicos que al final los llevaron a obtener un resultado negativo que en este caso los llevó a declararse en bancarrota y a cerrar sus puertas a inicios del año 2014.
Empresa de origen familiar
Wiesmann es una empresa de origen familiar que cuenta con una trayectoria de trabajo de más de 100 años. Debemos destacar que inicialmente se dedicaba a la fabricación de techos rígidos para coches, pero en el año 1998 decide dar un importante paso y dedicarse de lleno a la fabricación de coches fundando lo que se conoce el día de hoy como Wiesmann. En 1993 la empresa lanza al mercado su primer vehículo propio, esta empresa desde sus inicios se caracterizo por la fabricación de coches muy exclusivos de aspecto retro, en su mayoría deportivos de altas prestaciones cuyo principal atractivo era que se utilizaban como base para todos sus coches componentes BMW. Como ya se comentó anteriormente, Wiesmann es una empresa artesanal y la exclusividad de sus coches está centrada en que son fabricados a mano; se caracterizan por lucir un largo capo el cual escondía en su interior un poderoso motor BMW.
Wiesmann MF3
La empresa dio por sentado su éxito al presentar el que se considera hasta el momento su modelo más exitoso, el Wiesmann MF3. Este coche en su diseño mostraba lo que era la esencia real de la compañía. El MF3 era un roadster de peso muy ligero propulsado por un motor BMW de 3.2 litros y 6 cilindros, con una potencia de 343 caballos de fuerza. Este era el mismo motor que equipaba el BMW M3 E46. A pesar de ser una empresa artesanal, con este coche Wiesmann logró darse a conocer y además se ganó un prestigioso lugar como fabricante de modelos deportivos al lado de grandes empresas.
En el año 2013 la empresa enfrentaba importantes problemas económicos los cuales se fueron una consecuencia al no poder cumplir con los pagos de su nueva sede ubicada en Dülmen. Este nuevo lugar era un ambicioso proyecto de la empresa, y que suponía el inicio de su expansión, pero al parecer el proyecto superó y por mucho las capacidades de la compañía. La fabricación de esta nueva sede contaba con un muy peculiar diseño, tenía la forma de un gecko el mismo pequeño reptil presente en su emblema.
A la vista inversores británicos
Recientemente se ha podido conocer por parte del mismo Friedhelm Wiesmann, quien es el propietario de Wiesmann, que gracias a la intervención por parte de dos inversionistas británicos de nombre Berry y Anita Tatalovic, la empresa ha logrado salvarse y confía en que en unos pocos meses reactive completamente sus funciones y así de esta forma poder iniciar la producción de sus exclusivos coches.
Se vienen cambios interesantes
Esta inyección de capital supone la reactivación de la producción de la fábrica; de seguro a muchos les encantaría que Wiesmann continuase manteniendo la esencia que la ha caracterizado desde sus inicios en el negocio de la fabricación de coches, pero existe la posibilidad de que esto cambie, ya que se sabe que los nuevos socios cuentan con un plan producción de nueva creación; este plan incluye el desarrollo de un nuevo modelo del que lo único que se sabe hasta el momento es que será un coche deportivo y que será comercializado muy pronto. Aún se desconocen datos como cuáles serán sus características, prestaciones, o cual será la fecha exacta de su lanzamiento al mercado, y mucho menos cual será su precio. Asumimos que si la empresa aprendió de sus errores no debería iniciar con proyectos tan ambiciosos sino más bien replantearse la estrategia y ofrecer un modelo más comercial y asequible.
Aprender de sus errores
Wiesmann representó para muchos una de las compañías más importantes en lo que respecta a la fabricación de coches artesanales, de hecho, entre sus planes más ambiciosos se menciona que en 2010 tenían planificado lanzar sus extraordinarios coches en todo Estados Unidos. Lamentablemente, y producto de no controlar el límite de sus ambiciones y adaptarlas a lo que en su momento manejaban como presupuesto, se vieron inmersos en grandes deudas, y como todo en el mundo del sector automotriz, inmediatamente sus acreedores les cayeron encima, reclamando el pago de sus deudas, y dejando prácticamente en la banca rota a los empresarios, y sin empleo a sus trabajadores.
La vida da segundas oportunidades y al parecer le llegó el momento a Wiesmann de demostrar cuánto aprendieron de sus errores. Toca esperar a que la empresa se reactive a plenitud para saber cuáles serán sus planes inmediatos, y conocer que se traen bajo la manga, tomando en cuenta que el futuro del sector automotriz se dirige a la electrificación de los motores.
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