En una contudente sentencia afirmaba que "no está en nuestro ADN y seguiremos la tradición" por lo que no habrá una sobrealimentación en los vehículos de Lamborghini, al menos de inmediato.
Si bien se especulaba con una reducción de cubicaje e inclusión de uno o dos turbos tanto en Lamborghini como en su archivirrival y sin embargo necesaria Ferrari, al estilo de lo que tanto Porsche como McLaren ya están utilizando, Winkelmann afirmó que para el sucesor del Gallardo no se plantean nada que no sea lo que se esté usando: motores atmosféricos altamente potenciados sin ayuda mayor que su propia capacidad de producción.
Igualmente, dice que, al menos durante los dos próximos años, el Gallardo seguirá siendo comercializado por lo que el Super Trofeo Stradale, edición especial ultralimitada, no era la guinda del pastel que cerrase una era.
A vueltas con el todocaminos
Por otro lado, hoy, citando a fuentes oficiales, desmienten la presentación oficial del SUV de Lamborghini para el Salón del Automóvil de Beijing (China) a pesar de que Quattroruote, revista considerada como la "relaciones públicas" de la marca, diese por seguro tal presentación incluyendo una fotografía de lo que parecía un vehículo similar al Aventador con un reglaje demasiado alto para un deportivo de vuelos bajos.
Veremos qué ocurre en marzo cuando tengamos todas las novedades del salón chino.
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