Para participar en la prueba más dura del Raid, Bentley maneja varias posibilidades que actualmente están siendo estudiadas por la marca británica. Gracias a su buen relación con Volkswagen y el grupo VAG, la marca podría adquirir los viejos Touareg, ganadores del Dakar en 2009, 2010 y 2011. Con esta base, los ingenieros del fabricante británica intentarían adaptar la carrocería de su modelo al chasis del Volkswagen.
Con la imagen exterior decantada hacia el nuevo modelo de Bentley, el siamés de Tuareg y EXP 9F podría llevar hasta dos tipos de motores. La primera opción, más segura por tema de fiabilidad y rendimiento sería mantener el motor 2.5 Turbo Diesel que ya montaba el Volkswagen en las pasadas ediciones del Dakar. La apuesta más arriesgada pasaría porque Bentley creara un motor propio, aunque eso es poco probable porque la marca busca una imagen de robustez y cualquier problema de juventud puede ser letal.
¿Seguirá el proyecto adelante?
Lo cierto es que es una remota posibilidad y tendremos que esperar a los próximos meses para ver si el proyecto arranca de manera definitiva y con más fuerza que hasta ahora. Sin embargo, con un proyecto totalmente desarticulado por el momento, ya suenan Carlos Sainz o el catarí Nasser Al-Attiyah como opciones para poder ocupar un modelo que en parte conocerían por sus anteriores participaciones en el Rallie Dakar.
Artículos recomendados