Bien es cierto que los buggies del equipo de Nasser Al-Attiyah han generado algunas dudas entre los expertos desde su presentación y muchos son los que piensan que un proyecto tan joven puede tener graves problemas de fiabilidad. Este hecho no es algo que los pilotos desconozcan y aunque la preocupación está patente en este aspecto, Carlos Sainz necesitaba conocer el comportamiento del buggy de tracción trasera en las dunas, por lo que aprovechó la jornada del jueves.
Así lo confirmaba el propio piloto madrileño: "Era fundamental tener la oportunidad de hacer esta prueba con el buggy en el desierto antes de comenzar la carrera del sábado. Esta prueba nos sirve para empezar por el camino correcto y asegurarnos de que todo funciona como debe" afirma Carlos Sainz, que añade: "El buggy tiene mucho potencial y tiene muchas novedades en el diseño". De hecho, el piloto sabe que todavía queda mucho por conocer de su nueva máquina: "Cada vez que lo pilotamos aprendemos mucho acerca de este coche, y continuaremos aprendiendo durante las etapas del Dakar".
Todo listo
Además de una prueba general de funcionamiento y de rendimiento, Carlos Sainz junto al equipo técnico del Catar Red Bull también probaron algunas cosas más concretas, marcándose además un objetivo realista: "También hemos probado la válvula que hay en el panel de control, que permite controlar la presión de los neumáticos, algo muy importante en un coche de dos ruedas motrices. Con todo esto mi objetivo es correr al máximo y asegurarnos de no deternenos hasta la meta" afirma contundente el español.
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