La décima etapa del Dakar 2014 dejaba fuera de carrera a Carlos Sainz y Albert Llovera. Ambos se quedan a las puertas de llegar a Valparaíso, sólo necesitaban haber podido aguantar tres etapas más. Estos dos pilotos tienen en común el haber participado con un buggy, además de venir del mundo de los rallies.
Carlos Sainz sufría un accidente en el enlace que unía las dos especiales de la jornada. Al acabar el primer sector cronometrado, en el enlace hacia al segundo tramo, se dieron cuenta de que no tenían suficiente gasolina para acabar la etapa y se desviaron para buscar una gasolinera. Una vez habían repostado sufrieron un accidente sin consecuencias físicas importantes para él y su copiloto Timo Gottschalk. El coche sin embargo quedó destrozado y se vieron forzados a abandonar. Carlos Sainz estaba haciendo un buen Dakar de no ser por los problemas mecánicos y la penalización de una hora que le impuso la organización por saltarse un way point.
Carlos Sainz comentaba como se había producido el accidente: "En el enlace no había ninguna gasolinera y nos hemos tenido que desviar para encontrarla. Con todo ello íbamos justos de tiempo para llegar al control y cuando me estaba poniendo el cinturón, en una curva cerrada tras un rasante, he volcado. El coche ha quedado dañado y ha sido imposible continuar", comentaba el piloto.
El piloto se muestra satisfecho de su actuación pese a los problemas mecánicos que ha sufrido, "hemos demostrado el potencial del coche y hemos sido competitivos, solo los problemas de juventud son los que nos han impedido pelear por la victoria", además ha sumado Carlos Sainz ya suma 27 victorias de etapa en el Dakar.
Albert Llovera decide abandonar
El piloto andorrano Albert Llovera también se veía forzado a abandonar en la décima etapa del Dakar 2014. El piloto ha contado con el apoyo económico de Nasser Al-Attiyah para poder participar en este Dakar con un Buggy. Llovera y Al-Attiyah coincidieron en los Juegos Olímpicos de Londres en 2012, donde competía el piloto catarí en tiro con arco y también competía la hija de Albert Llovera en la modalidad de atletismo. Ahí empezó una amistad por la que el piloto de X-Raid hizo posible que Llovera estuviera en el Dakar en esta edición.
La participación de Llovera ha sido complicada, el piloto ha sufrido mucho, pero al mismo tiempo ha estado luchando incansable por poder llegar a Valparaíso. Finalmente, una vez acabado el primer tramo cronometrado de la décima etapa decidieron dejar el Dakar ya que les resultaba casi imposible llegar al bivouac de Antofogasta con el tiempo necesario para sus mecánicos pudieran poner a punto el buggy antes de salir a la undécima etapa, una de las más duras según los organizadores, y que consta de más de 600 kilómetros en un sólo tramo cronometrado.
Desde el kolómetro m 71 Llovera empezó a retrasarse al tener problemas de temperatura en el motor, él y su copiloto, Arnaud Debron, estuvieron 9 horas para completar el primer sector cronometrado de 231 km un tramo repleto de dunas. Una vez superado el tramo neutralizado, de algo más de 100 kilómetros, y cuando empezaba anochecer tomaron la decisión de llegar al bivouac por carretera.
Albert Llovera, pese a no poder caminar ha estado al 100% físicamente, incluso tras su abandono el médico de la organización le examinó y le dijo que podría haber continuado en cuanto a su estado físico. Llovera bromeaba acerca del cansancio, "para el cansancio no tenía una solución inmediata y en este aspecto el esfuerzo realizado comenzaba a pasar factura".
El piloto andorrano se siente muy orgulloso de haber llegado hasta aquí, a pesar de que es doloroso quedarse fuera cuando sólo faltan tres etapas más. Llovera, a pesar de haber sufrido mucho, quiere volver, "lo intentaré, haré todo lo posible para poner en práctica en una nueva edición la experiencia acumulada durante este año".
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