En este punto, es evidente que hay que empezar a mirar en las filas de X-Raid para encontrar a algunos de los favoritos. De hecho, Nasser Al-Attiyah ganó la primera etapa, pero un exceso de velocidad en un punto de control le ha llevado a sufrir una sanción de dos minutos, lo que le ha hecho caer hasta la séptima posición de la general. Poca cosa para un piloto catarí que se ha encontrado con el vehículo más competitivo y con su jefe de filas fuera de juego. Misma situación comparte 'Orly' Terranova, primer líder del Dakar y que puede dar mucha guerra.
¿Peugeot y Toyota?
Es la gran duda, el rendimiento que puede ofrecer el Peugeot 2008 DKR y hasta donde puede exprimir De Villiers el Toyota. En el primer caso, de momento las sensaciones son cuanto menos discretas. Bien es cierto que la primera etapa no era demasiado favorable para el tipo de vehículo de dos ruedas motrices, pero lo cierto es que Carlos Sainz y Stéphane Peterhansel se han dejado entre minuto y medio y dos minutos. Distancia corta, pero representativa si miramos a un Cyril Despres que sufre y que termina a 10 minutos en su primera especial.
Por su parte, Giniel de Villiers tiene una gran oportunidad de hacer lo que mejor sabe. Pocos contaban con los Pick up Hilux de Toyota al menos en primera instancia, pero el piloto sudafricano puede aprovechar este nuevo horizonte de carrera para poder luchar por ganar de nuevo. No lo tendrá fácil, pero no fallar puede ser una baza para el campeón del Dakar en 2009, algo que maneja a la perfección y que le ha permitido estar en el podio de manera habitual en los últimos años. En la fiabilidad de su nuevo vehículo está 'su Dakar'.
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