Siempre se ha dicho que el Dakar es una prueba de resistencia. Aunque la velocidad sea cada vez más importante, tras el paso de África a Sudamérica, hay que tener fiabilidad e inteligencia para poder triunfar en la prueba más dura del mundo del motor. Eso es algo que parece no haber entendido Sam Sunderland.
Posiblemente se trate del ímpetu de la juventud. Solo 26 años para este prometedor piloto británico que promete y mucho pero debe empezar a mostrarse más fiable. Dos victorias parciales en esas ocho etapas mencionadas que saben a poco para un hombre al que cada vez se le exige más. Está en un equipo competitivo, KTM Rally Team, que debe buscar, entre los precoces Price, Walkner o Laia Sanz, además del propio Sunderland, al sucesor de Marc Coma, retirado este año.Ese ímpetu del que hablamos se ha podido ver al final de la temporada de Cross Country. Sunderland se imponía a casi todos los gallos en el Rally de Marruecos pero, en ese mismo país, se iba al suelo en el Merzouga Rally. Fémur roto y la participación para el Dakar 2016 se complica. Tras la caída fue operado en tierras marroquíes y espera estar en la salida de Buenos Aires del próximo 2 de enero. "Ahora hay que esperar que el hueso se consolide de nuevo. Ya ando y monto en bicicleta para recuperar músculo. Pero todo va a depender de la radiografía", informó el piloto británico.
La participación en la edición 2016 dependerá de un examen médico final. "El 15 de diciembre tengo previsto viajar a Austria. En ese momento se decidirá si puedo participar en el Dakar", comentó el piloto de KTM. Aunque se recupere es sabedor de que no estará "al 100%": "Mi único objetivo será terminar. Al no estar en plena forma, me centraré más bien en ayudar a los demás. De todas formas, así se estructura el equipo KTM", confirmó el británico. Así pues, todo apunta a que, en caso de poder participar, lo hará haciendo labores de mochilero, ayudando a sus compañeros de equipo a combatir a las Honda, Yamaha o Husqvarna en la pugna por ganar el Dakar 2016.
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