Allá por el año 2001, un desconocido piloto nipón se animaba a participar en el Dakar. Era el Dakar africano, para muchos, más duro que el sudamericano. Pero a sus 30 años, Jun Mitsuhashi no desentonó para nada.
No era raro ver a un piloto del país del sol naciente entre las dunas del Sáhara. Y es que estamos hablando del periodo de esplendor de Mitsubishi en el Dakar. El triunfo de Yoshimasa Sugawara y el doblete de Hiroshi Masuoka animó a más compatriotas a viajar hasta el viejo continente para afrontar la salida de la prueba que terminaría en la salvaje áfrica.Inicio prometedor y cambio oportuno
Sin desviarnos del tema, y siguiendo con Mitsuhashi, no desentonó, como decimos, pues terminó en el puesto 21 en su primera participación, una excelente posición para un rookie. Al año siguiente mejoró sus prestaciones. Duodécimo, en una edición ganada por Fabricio Meoni. Pero 2003 no fue su año. Acabó 60º, lejos de los primeros puestos y decidió tomar un cambio radical. Se pasó a las cuatro ruedas.
Siempre fiel a Toyota, probó las mieles de alegría y de la pena. Fue undécimo en su segunda participación, aunque tuvo que retirarse tanto en 2004 como en 2006. Pero, desde entonces, solo un abandono en 2013. Siempre entre los 30 mejores, optó por probar en la categoría T2, coches de serie que intentan emular a los prototipos sobre la arena y entre los obstáculos dakarianos.
Ahí es el gran dominador de los últimos años. Conocido en España por su gran rivalidad con Xavier Foj, español y japonés han pugnado duramente por ser los mejores entre los T2. De los últimos seis Dakares, cuatro han sido victorias de Mitsuhashi y dos de Xavier Foj, en esta categoría. Además, lograban meterse entre los mejores de la general. Sin ir más lejos, en ese mismo lapsus temporal, el nipón logró ser duodécimo, en concreto en 2011.
Un veradero reto
Pero ahora, Mitsuhashi ha decidido volver a cambiar, volver a probar suerte en en mundo de las dos ruedas, tras un inicio irregular cuando decidió inscribirse en sus primeros Dakar. A sus 45 años, no parece el momento idóneo pero Jun es un aventurero, le encanta esto y, aunque la categoría de motos sea mucho más dura, físicamente, lo va a intentar. "¡Es un verdadero reto para mí!", grita el nipón ante su inminente nueva aventura.
Todo se forjó tras lograr su último título en T2, con Toyota, y recibir la llamaba de KTM Japón. "Al principio pensé que era una broma", reconoce jocoso Mitsuhashi. Sobre sus objetivos, como decíamos antes, su meta es "culminar el rally", como él mismo reconoce. Aunque ha pasado mucho tiempo sin competir sobre dos ruedas, probó sensaciones en el Rally de Merzouga y acabó bien parado. "Después de tanto tiempo sin competir en motos en un rally, es difícil cogerle el ritmo. Sin embargo, durante el Rally de Merzouga no me caí, no me penalizaron y no cometí errores de navegación", explica en la web del Dakar.
Así pues, una 'vieja nueva aventura' la que iniciará Jun Mitsuhashi. Con el objetivo de acabar aunque, viendo sus ganas de competir, no será raro verle rondando el duodécimo lugar, un puesto que ya obtuvo en su segunda participación en el Dakar.
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