Nada menos que 30 ediciones a sus espaldas... No se entiende el Dakar sin Stephane Peterhansel, el piloto más laureado de esta carrera y él tampoco entiende su vida sin el Dakar. Es por ello que, tras la salida de Peugeot, el francés 'no tuvo más remedio' que seguir. "No puedo vivir sin eso", insiste el piloto de Vesoul. Y seguirá ligado a la estructura X-Raid, a donde regresa tras cuatro años en Peugeot y en donde pilotará uno de los buggies de Mini en la búsqueda de su decimocuarta victoria.
Leyenda del Dakar
Y es que, como decimos, Peterhansel lleva prácticamente toda la vida ligado al Dakar. Solo nueve años pasaron desde la primera edición de la prueba más dura del mundo del motor y el debut de 'Monsieur Dakar'. Por aquel entonces, más que un señor, era más bien un un 'chavalito' de 23 años lleno de sueños. Solo tres ediciones tardo en alcanzarlos. En moto, con Yamaha, se impuso en seis ediciones prácticamente consecutivas desde 1991 hasta 1998. Tras su último triunfo sobre dos ruedas decidió prolongar su leyenda y conquistar el Dakar en la categoría de coches.Cinco años tardó Peterhansel en campeonar en las cuatro ruedas. Tras cuatro años de aprendizaje entre Nissan y Mega, llegó al equipo Mitsubishi-Repsol para acabar tercero en 2003 y ya ganar en 2004. Desde su llegada a Mitsubishi y su paso por BMW, Mini y Peugeot, el 'Señor del Dakar' ha conquistado siete ediciones. Y, yendo más lejos, en las quince ediciones que lleva compitiendo en la categoría de coches solo ha sumado un abandono, en 2009, el último año con la marca nipona, y apenas se ha bajado del top 5 -solo acabó undécimo en el debut con Peugeot.
Regreso a Mini y cambio de navegante
Precisamente con la marca del león, la estructura de su país, Stephane Peterhansel ha seguido agrandando su leyenda. En cuatro años con la marca francesa ha conseguido dos victorias y un cuarto puesto, en un Dakar 2018 lleno de problemas. Pero tras la retirada de Peugeot, el piloto galo regresa a X-Raid y volverá a pilotar un Mini de Sven Quandt, con quien ya ha conseguido dos títulos en ediciones pasadas. "No estaba seguro de volver a comienzos de año. Pero a medida que pasaba el tiempo, empecé a extrañar la ansiedad de la adrenalina y la competición. Decidí volver a la carrera con un equipo que conozco bien", reconoce Peterhansel quien admite, además, no poder "vivir sin el Dakar".
Lo hará con novedad a su derecha y es que su inseparable Jean-Paul Cottret competirá con Cyril Despres y será el excopiloto de éste, David Castera, el que guíe a Peterhansel en el desafío de conquistar su decimocuarto Dakar. El navegante francés es un expiloto de enduro y raids en la categoría de motos, con cinco años de experiencia en el Dakar y un tercer puesto. Además, lleva cuatro años copilotando al propio Despres y ha participado en el diseño de la ruta de la carrera en los últimos años.
En Mini tendrá a gran parte de sus rivales por el título. Carlos Sainz y Cyril Despres pilotarán otras dos unidades del buggy mientras que Nani Roma, Orlando Terranova, Jakub Przygonski, Yazeed Alrajhi y Boris Garafulic estarán a los mandos de los 4x4. Mucha competencia en el mismo equipo pero, si Peterhansel es el más rápido, tendrá un buen ejército de mochileros a su disposición.
Un Dakar con pros y contras para Peterhansel
De sobra son conocidas las cualidades de Peterhansel para esto del Dakar. La principal es la experiencia. Conoce la carrera como nadie y la domina a su antojo. Sabe cuándo apretar y cuando dejar que los demás se peleen. Una gestión de la carrera casi impoluta que le ha llevado a ser el gran dominador de la prueba tanto en África como en Ámerica. En ambos continentes, el francés es el 'rey. Además, sus dotes de navegación, junto con las de su copiloto Castera, su conocimiento del terreno y la lectura de las dunas, le dejan en ventaja tras sus treinta años de experiencia.
Eso sí, el gran debe de Peterhansel este año es su desconocimiento del vehículo. Apenas ha tenido rodaje con el Mini John Cooper Works Buggy más allá de algún test en Marruecos y Austria. Esos han sido los únicos momentos en los que el galo ha podido pilotar el buggy de X-Raid pues en el Rally de Marruecos, el test más serio para el Dakar, Peterhansel decidió participar junto con su mujer en la categoría de SxS mientras que en la Baja Portalegre partícipó con una unidad 4x4, acabando a un minuto de su compañero Nani Roma. Más allá de las buenas sensaciones en Portugal... el trece veces campeón del Dakar deberá progresar en la propia carrera... y este año hay menos tiempo que nunca.
Otra desventaja para Peterhansel será la brevedad de la carrera. Se trata de un Dakar muy corto, casi al sprint, y, aunque muchos insistan en que será muy largo, lo que es cierto es que habrá menos kilómetros que nunca. Eso les vendrá mejor a aquellos pilotos que buscan más la estrategia más allá de la velocidad. "Las etapas cortas obligarán a los favoritos a no perder tiempo. Cada retraso y cada vez que uno se quede atascado costará caro", explica el francés.
"El paisaje de Perú es similar al de Mauritania"
Pero ojo porque el propio Peterhansel compara Perú con Mauritania, por su desierto y sus dunas... y eso le gusta mucho al piloto de Mini. "Siempre tuve recuerdos afectuosos de Perú y de sus dunas de arena gigantes. Esto nos permite redescubrir de nuevo el verdadero espíritu del Dakar, con un paisaje similar al de Mauritania. Si tenemos que hacer el Dakar solamente en un país, Perú es definitivamente el más apropiado", admite el de Vesoul a quien parece gustarle las arenas incas.
Así pues, 'Monsieur Dakar' está de vuelta. Regresa a Mini y quiere hacerlo con victoria para abandonar el número de la mala suerte y para seguir agrandando su leyenda.
Fuente de las fotos: X-Raid.
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