La piloto catalana Laia Sanz hizo público hace unos días que el próximo Dakar lo hará a los mandos de una Honda. Durante esta temporada se ha desvinculado de la marca gerundense Gas Gas, con la que compitió los dos últimos años y desde entonces ha competido como piloto privado. A pesar de no haber contado con el apoyo de una estructura oficial ha sido capaz de brillar sobremanera.
Por segundo año consecutivo Laia Sanz ha ganado dos mundiales, el de trial y el de enduro, ambos en la categoría femenina. Con estos dos nuevos títulos ya suma trece, once de trial y dos enduro. Para competir en ambas categorías la piloto ha tenido que gestionar muy bien su tiempo, llegando a competir en las dos modalidades en un mismo fin de semana. Además de esto, la piloto de Corbera de Llobregat ha decidido dar un paso más y participar en los X-Games, en los que consiguió varias medallas de oro.
En el próximo Dakar será en el que la piloto de Honda tendrá la moto más competitiva de las que ha usado en el Dakar. En 2011 hizo su primera aparición en el Dakar con una Honda privada y los dos años siguientes participó con Gas Gas. En esta ocasión su moto pertenece a Honda Argentina, un equipo semioficial que cuenta con un gran apoyo del equipo oficial de honda, el HRC Team. La moto será muy similar a la que lleven los pilotos oficiales por lo que será una moto con la que optar a las posiciones de arriba.
En la presentación de su equipo para el Dakar la nueva piloto de Honda se mostraba muy contenta con su nueva moto. "Nunca antes había tenido una moto tan competitiva en el Dakar. Es cierto que el piloto hace mucho, pero es básico contar con una buena moto. Me siento afortunada por afrontar este raid con una máquina así y con el apoyo de KH-7, sin el que nada de esto sería posible. Espero sacar el máximo rendimiento y devolver al equipo la confianza que ha depositado en mí", comentaba Laia.
En cuanto a su papel en el Dakar cree que podrá hacerlo tan bien como en la pasada edición y espera no tener tantos problemas. "Aunque no fue culpa mía, la experiencia del año pasado resultó muy dura y sirvió para conocer el auténtico Dakar. También es positivo vivir ese otro lado de la carrera y, a pesar del resultado final, puedo decir que fue mi mejor Dakar", afirmaba la piloto.
Una mujer en un mundo de hombres
Siendo el Dakar una prueba en la que no hay categoría separada para hombres y mujeres, resulta más complicado para una piloto destacar en una categoría tan física como es la de motos. Sin embargo esto no le preocupa a la piloto. "Esta vez el objetivo es, sobre todo, acabar, tarea que no será nada fácil. Más que hacer un buen resultado puntual en una etapa, lo que me importa es la general y me marco el reto de luchar con los hombres para clasificarme al final entre los 25 o 30 primeros".
El 18 de enero, después de dos semanas de carrera veremos si Laia Sanz ha alcanzado el objetivo que se marca a día de hoy.
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