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DAKAR 2019

Las claves del éxito de KTM

La marca austriaca ha ganado las últimas 17 ediciones del Dakar de manera consecutiva siguiendo un patrón de trabajo y un prototipo de piloto regular, inteligente y buen navegador.

Adrián González

28 diciembre 2018 10:56

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Las claves del éxito de KTM

Hasta el año 2000, hasta entonces tenemos que remontarnos para encontrar un ganador del Dakar que no sea de KTM. La categoría de motos ha estado tiranizada por la marca austriaca durante todo el Siglo XXI, desde aquella primera victoria de Fabrizio Meoni en 2001 hasta la última de Matthias Walkner hace solo un año. 17 victorias consecutivas, solo interrumpidas por la cancelación de la prueba en 2008. Una dominación que no es casual, que no es una cuestión de azar.

Y es que en KTM han aprendido a dominar todos los aspectos del Rally Dakar, desde la evolución de la moto, pasando por el mantenimiento mecánico y el desarrollo de la carrera, eligiendo pilotos y madurándolos con el paso del tiempo hasta convertirles en grandes campeones. Pilotos regulares, inteligentes y grandes navegadores, tres secretos del éxito en el Dakar. Un control absoluto que la experiencia de la marca austriaca ha ido adquiriendo a lo largo de sus 25 años de experiencia en la competición más dura del mundo del motor.

Una experiencia que empezó en 1994

Fue en 1994 cuando KTM entró en el Dakar como marca oficial y solo dos años tardó en pisar el podio. Lo hizo de la mano de un piloto español como Jordi Arcarons, que acabó segundo en el París-Dakar de 1996 y completando el podio con otra KTM, con Carlos Sotelo a los mandos. En una época en la que era muy difícil desbancar a las Yamaha y las BMW, KTM siguió colándose en el podio con Fabrizio Meoni y Andy Haydon en 1998 y Thierry Magnaldi y Alfie Cox en 1999. La victoria estaba cerca y, tras dos triunfos consecutivos de BMW con Richard Sainct, al fin llegó el momento de KTM.

Las claves del éxito de KTM

Fue Fabrizio Meoni el que, en 2001, abrió la veda, inauguró el el 'siglo de oro' de la marca austriaca que fue enlazando triplete tras triplete en los años 2000. No había marca que pudiera hacerla sombra. Y es que, además de una cuidada mecánica y preparación de la moto, siempre ha fichado a los mejores navegadores del momento y a dakarianos de experiencia y enjundia. El propio Meoni consiguió su primera victoria tras diez ediciones participando. Lo mismo con Richard Sainct, quien aterrizó en KTM tras haber ganado el Dakar en dos ocasiones con BMW...

Y llegó el triunfo de Nani Roma. Otro que tenía experiencia, y mala, de muchos años. El piloto de Folguerolas era un hombre formado con la marca. Siete ediciones participando y seis abandonos... la mala experiencia de la que hablaba. A la octava fue la vencida. Se descubrió un piloto regular, inteligente y muy hábil, con buenas dotes de navegación. Todo ello le permitió hacerse con el Dakar en 2004 y, ya en la categoría de coches, estar siempre entre los grandes favoritos. A todo esto, desde el año 2001, los podios del Lago Rosa habían estado copados, al 100%, por KTM.

La era Coma y Despres

En 2005 se cambió de era, pero no de marca. KTM siguió dominando merced a dos pilotos que iban a marcar una época: Marc Coma y Cyril Despres. Tres años tenía de experiencia el de Fontainebleu, con Honda, BMW y un abandono con KTM. En 2003 ya se destapó como gran favorito, acabando segundo. Tercero fue en 2004 y, en 2005, llegó su victoria. El francés no volvería a bajarse del podio hasta salir hacia Yamaha en 2014. El 'lobo del desierto' destacaba por su inteligencia y sus habilidades estratégicas, además de un absoluto control de la navegación y el pilotaje en el Dakar. Cinco victorias y otros tantos podios decoran su palmarés en motos... todo ello con KTM.

Las claves del éxito de KTM

Y, junto a él, Marc Coma se descubrió como otra de las leyendas del Siglo XXI. El piloto catalán es, probablemente, el mejor navegador que ha pasado por la historia de esta prueba -quizá con Peterhansel a su altura-. Cuatro ediciones pasaron para que Coma fuera campeón del Dakar, tras haber sido segundo en 2005. 2006 fue su año, el de su estatuilla en el Lago Rosa. Desde ahí, otros cuatro triunfos y otro segundo puesto en pugna siempre con su compañero Despres -rival en 2014-. A esa capacidad de navegación de la que hablábamos, se unía una enorme regularidad que le hizo, entre otras cosas, ganar el Dakar 2006 sin vencer en ninguna etapa. En su última victoria, por ejemplo, solo ganó un parcial. Eso se llama regularidad y conocimiento de la competición y es otro de los sellos de KTM.

Por cierto que, pese a que no lo hemos citado, KTM ha seguido cosechando podios. Ullevalseter, Rubén Faria, Jordi Viladoms, 'Chaleco' López... estuvieron escoltando a los ganadores en ciertas ediciones y siguieron prolongando la dominación de la marca austriaca en la carrera. Además, una hegemonía con más mérito si cabe debido al surgimiento de nuevos proyectos potentes como los de Yamaha u Honda. Pero KTM siguió a lo suyo... ganando y arrasando.

La nueva era

Con la retirada de Marc Coma y el paso de Despres a los coches se abrían las incógnitas. Faltaban pilotos capaces de prolongar la 'dinastía' y de no ceder ante la emergencia de Honda, Yamaha, Husqvarna... No lo hicieron. Buscaron en la marca y se encontraron un fuera de serie como Toby Price. El australiano fue el mejor rookie de la historia, acabando tercero en 2015. A la segunda, se llevó la victoria haciendo gala de unas dotes de navegación y de dominación de las circunstancias de carrera que recordaban a Coma y Despres. Solo su exceso de velocidad, en ciertas ocasiones, le ha jugado malas pasadas.

Las claves del éxito de KTM

Y, con el abandono de Price en 2017, surgió otro 'nuevo' Marc Coma o Cyril Despres. Él era Sam Sunderland quien, tras tres ediciones abandonando, se convirtió en el primer piloto británico vencedor del Dakar, haciendo gala de unas excelentes dotes de navegación frente a los Barreda, Quintanilla, Benavides... y KTM volvió a lograr un doblete con Walkner y Gerard Farrés. Y en 2018, pese a la gran oposición de Honda, Husqvarna, Yamaha... fue Matthias Walkner el vencedor. Otro hombre 100% de KTM, otro excelente navegador, otro piloto regular... otro prototipo de la marca austriaca que ha prolongado la dinastía hasta el día de hoy.

En 2019, esa dinastía vuelve a estar en riesgo. Hay más marcas y pilotos que nunca apostando por el triunfo. Pero KTM sigue mirando al mismo sitio, a los mismos factores que les han hecho ser los tiranos de todo un siglo: robustez, fiabilidad, regularidad, navegación e inteligencia.

Fuente de las fotos: KTM y Red Bull.

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