Tres años de resignaciones, tres años de sinsabores, tres años de decepciones... La lista negra de Joan Barreda se prolongó en el Dakar. El piloto castellonense es un candidato potencial a formar parte del palmarés de la prueba más dura del mundo del motor. Pero la suerte, o quién sabe si el destino, parece depararle duros golpes. Como el boxeador que, arrinconado y a punto de ser noqueado, espera en el rincón del ring el final del combate.
Tres golpes, tres recuperaciones
Pero Barreda nunca se rinde. En 2013, todavía con Husqvarna, el piloto español pasó de promesa a realidad. Todo el mundo lo decía. "El próximo año estará peleando con Coma y Despres", se aventuraban los más sabios de la materia. Y así fue. Ya como piloto de Honda, el castellonense fue el principal opositor de Marc Coma en la edición 2014. Pero ahí llegó el primer momento de mala fortuna. Una avería le hacía perder un segundo puesto prácticamente asegurado. De tocar el podio en su cuarta participación -sumando cinco triunfos parciales- a acabar fuera del top 5.Como decíamos, Barreda sacó fuerzas de flaqueza cuando fue arrinconado por los golpes de la vida, del destino, del deporte. Se presentó en el Dakar 2015 con la esperanza y la única intención de ganar. Iba bien hasta que el Salar de Uyuni se cruzó en su camino. Avería en su Honda y tuvo que ser remolcado por su compañero Jeremías Israel hasta la línea de meta. Segundo golpe de mala suerte. Casi tres horas de pérdidas y otro Dakar al traste. Eso sí, le dio tiempo a ganar otras dos etapas y quedar segundo en otra. Era su prueba.
Pero el tiempo le iba a dar una oportunidad mucho mejor. Sin Coma y sin Despres, Barreda se convertía en el gran favorito a la victoria en el Dakar 2016. Allá que se aventuró el piloto de Torreblanca. Con un ligero cambio de estrategia y con muchas mejoras en su moto, se pudo ver a un Barreda con más calma durante la primera semana. No tuvo prisa, fue menos impulsivo -cosa que ya le había pasado factura en anteriores ocasiones-. Esperaba con ganas la segunda parte de la prueba. Pero su Dakar terminaría antes de tiempo. De nuevo en Uyuni, cuando marchaba cuarto de una general aún sin explotar, el motor de su HRC decía basta. Tercer golpe.
Los cambios de Barreda y Honda
Aun así, ya lo hemos advertido antes. Barreda no es de los que se rinde. Pese a terminar con gran decepción la edición 2016, el piloto castellonense no tardó en recuperar la ilusión y ponerse manos a la obra pensando en el Dakar 2017. El primer cambio llegó en la planificación, como explica el propio piloto. "No hemos intentado hacer una moto más potente sino más duradera y más segura, y para ello hemos hecho muchos kilómetros. Lo que deseamos es consolidarla y que no falle", comenta el motorista español.
Su programa este año, alejado del Mundial Cross Country, buscó la participación en pruebas más largas, que se asemejaran al Dakar en cuanto a recorrido más que en cuanto a rivales. Buscar la fiabilidad de la CRF 450 Rally, ese era el objetivo. Además de numerosos test de durabilidad con la moto, Barreda ha participado en interesantes carreras: fue segundo, tras Kevin Benavides, en el Desafío Ruta 40 celebrado en Argentina, venció en la Baja España-Aragón -con una moto de enduro eso sí- y también se llevó la prestigiosa carrera estadounidense, The Vegas to Reno, tras hacer muchos kilómetros en suelo americano.
El año deportivo de Barreda finalizaba en China. El piloto castellonense, junto con su inseparable escudero Michael Metge, se llevaba la victoria en todas las etapas del China Grand Rally y, lo que es más importante, completaba las nueve etapas de la prueba oriental sin apenas problemas. "UN gran entrenamiento" para la Honda y para el propio piloto. "Hemos hecho muchos tests y simulaciones como los de la carrera. Superarlos te da confianza. A nivel de prestaciones es una moto muy ágil, fácil de conducir y muy divertida", explicaba el propio Barreda, a gusto con su moto.
Otro de los cambios que han beneficiado a Barreda ha sido el traslado de la sede de Honda, desde Alemania a Barcelona. El equipo quería estar cerca de su jefe de filas y además, España es un sitio ideal: buen clima, terreno para testear las motos muy cerca, buenas instalaciones, mejor trabajo en equipo... "Era muy positivo traer aquí al equipo, tenerlo cerca de casa, tener al mecánico en conexión directa para probar cosas, neumáticos, es todo más fácil y fluye más y este año lo hemos notado", comentó el de Torreblanca en la presentación del equipo HRC.
Un equipo muy competitivo
En cuanto al equipo, Barreda estará rodeado de pilotos del máximo nivel. Con Michael Metge como principal escudero -como se ha podido ver durante el año, el francés es el hombre de confianza del español-, habrá que ver cuál es el papel que juegan hombres como Paulo Gonçalves, Kevin Benavides y Ricky Brabec. A priori, el primero en la escala es el castellonense pero habrá que ver cómo transcurren las primeras etapas para decidir quién es, en carrera, el principal jefe de filas del Team HRC. Eso sí, llegado el momento, el que se esté jugando el triunfo será el que 'mande' en el equipo y ahí, Barreda es el que más opciones tiene.
Así pues, Joan Barreda está listo para el asalto a su Dakar. "Tengo mucha confianza en el equipo y el equipo en mí. Si no hay problemas mecanicos podemos estar ahí y ganar el Dakar", dice convencido el castellonense. Y es que habría que jugar a adivino para conocer lo que hubiera pasado en las anteriores ediciones sin los citados problemas mecánicos... probablemente algún podio, como mínimo, tendría el español. A partir del 2 de enero tiene la oportunidad de pelear por el podio y por la victoria.
Foto de portada: Barreda posa con los colores y la moto de HRC | Fuente: Monster Energy Honda Team.
Foto de cuerpo 1: Barreda compitiendo en la Baja Aragón 2016 | Fuente: Monster Energy Honda Team.
Foto de cuerpo 2: Victoria de Barreda en la Baja Aragón 2016 | Fuente: Monster Energy Honda Team.
Foto de cuerpo 3: La aventura china de Barreda terminó con pleno de triunfos | Fuente: Monster Energy Honda Team.
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