El equipo capitaneado por Jens Marquardt disipó las dudas surgidas hace una semana en Hockenheim sobre el ritmo de carrera de sus coches. Con dos plazas en el podio, pocos dudan de la competitividad del nuevo BMW M3 DTM, y de la capacidad del equipo para aprender y adaptarse al nuevo campeonato.
La carrera fue dominada por Bruno Spengler que, desde la salida, aprovechó su pole y se mantuvo primero, a pesar de los continuos ataques de Gary Paffett, que estuve segundo durante toda la prueba. Augusto Farfus, que se situó tercero en la salida, tuvo una carrera tranquila en la que sólo tuvo que preocuparse de llevar el coche hasta el final.
Jamie Green fue cuarto y Ekstrom terminó quinto, siendo el mejor Audi, que siguen sin encontrar la competitividad perdida. El sueco superó a Timo Scheider y tan solo Martin Tomczyk, en séptima posición, les plantó cara.
Edoardo Mortara fue octavo, tras perder posiciones durante toda la carrera. Filipe Albuquerque terminó noveno y Ralf Schumacher cerró la zona de puntos.
Via crucis para los españoles
Los españoles en el DTM no han tenido suerte en Lausitzring. Miguel Molina, que salía noveno, se vio rodeado durante toda la prueba de rivales que frenaban su ritmo y una parada en boxes muy lenta fue el punto final a su desastre, para terminar en decimoquinta posición.
Justo detrás llegaba Roberto Merhi, que sufrió un problema con el freno de mano en la salida y, a pesar de tener buen ritmo, se vio lastrado por unos pit stops poco eficientes. Al final, Roberto se mostraba satisfecho por haber mejorado su ritmo de carrera y por la experiencia acumulada.
Tras esta prueba, Gary Paffett lidera el campeonato con 43 puntos, seguido de Jamie Green con 30 y Spengler con 25.
La próxima carrera del DTM tendrá lugar en Brands Hatch, del 18 al 20 de mayo.
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