La ocasión no fue otra que la de cambiar su habitual BMW M4 DTM, que lleva los colores de M Performace Accesories, por el camión del equipo Reinert Racing, de cinco toneladas y media de peso y 1.200 caballos de potencia. El piloto alemán quedó impresionado por la velocidad y rendimiento de la máquina, con la que dio 30 vueltas al trazado cercano a Berlín.
Un camión... que corre
Después de una breve introducción, Tomczyk pudo ponerse a los mandos del camión, quedando particularmente impresionado por el esfuerzo de torsión y el rendimiento de frenado.
Martin Tomczyk se encontró con un vehículo de carreras con un nivel de competitividad que no esperaba: "Ha sido una experiencia fantástica. Si tenemos en cuenta factores como, por ejemplo, tener que frenar antes, es difícil adaptarse a esta máquina. Por supuesto, no se puede comparar a un coche del DTM, pero estoy muy agradecido al equipo Reinert Racing por brindarme la oportunidad de tener esta nueva experiencia con un camión de competición."
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