En esta línea, el Super GT ya ha adoptado este tipo de propulsores y en Japón tanto Honda, como Lexus y Nissan están compitiendo con motores de cuatro cilindros, con sistema de turbocomprensor y con un tamaño de dos litros de capacidad. Sin embargo, parece que la unificación en este aspecto se va a retrasar puesto que el DTM ha anunciado que adoptará estos motores en 2017, o lo que es lo mismo, retrasa en un año la puesta en marcha de este tipo de propulsores ya que el plan inicial era poder trabajar con ellos ya en la temporada de 2016.
Así lo anunciaba recientemente uno de los nombres propios del campeonato, básicamente porque es el Director de Audi en el DTM. Dieter Gass confirmaba así los rumores que habían surgido días antes: "Vamos a tener motores de cuatro cilindros pero ya para el 2017. Estaba previsto el cambio para la temporada 2016, pero la fecha límite ha pasado y todo sería muy precipitado".
Contradicciones
El retraso de una temporada en la introducción de estos motores 2.0 es sin duda un golpe a la normativa unificada que el año pasado había sido anunciada. El objetivo principal de todos estos movimientos era que BMW, Audi y Mercedes pudieran competir en Japón y EE.UU. sin problemas, de la misma forma que las tres marcas japonesas pudieran hacer lo propio y mostrar sus productos de competición en Europa. Todo este movimiento de marcas, si es que se produce, tendrá que esperar un año más ya que no compensa trabajar con chasis similares y tener que desarrollar dos motores diferentes. A veces las cosas no salen como uno espera.
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