La movilidad urbana se adapta a los nuevos tiempos y lo hace con una impresionante gran estrategia a nivel mundial, donde se consolida la planificación de futuro. En ese sentido, muchas plantas se han puesto a trabajar en un modelo revolucionario del mercado, donde el intercambio de baterías seria la clara solución a todos los vehículos eléctricos que circulan por las carreteras. Este es el claro mensaje que han intentado implementar desde NIO que apuesta por esta nueva estrategia de diversificación y economía circular, donde diversas baterías eléctricas son aptas para sus modelos.
Ahora, la empresa asiática ha dado el paso al frente definitivo y por ello, han comenzado a implementar e instalar la tercera generación de sus estaciones de intercambio, las cuales pronto comenzarán a estar operativas en todo el mercado. Estas estaciones fueron presentadas el 22 de diciembre, aunque lo hicieron con unos datos preliminares que demostraron que estaban por encima de todas las expectativas. En ese sentido, mejoraban tanto en tiempos de espera, como en capacidades de almacenamiento de baterías. La primera prueba de fuego será en China, donde comenzarán a implementar su trabajo el próximo 28 de marzo.Estas nuevas estaciones podrían tener hasta 21 paquetes de baterías en sus instalaciones, llegando a estimarse que se llegarán a producir una media de 400 operaciones al día, lo que supone un incremento del 30% respecto a las estaciones anteriores. En ese sentido, se verá un gran volumen de baterías cambiadas y al mismo tiempo, se espera que para final de año se llegue a instalar más de 1000 estaciones en todo el mundo, especialmente en Europa, su otro gran mercado.
Europa su gran centro
Es cierto que en este momento, NIO no cuenta con la mejor infraestructura, pero poco a poco trabajarán para lograrlo. Por ello, desde que llegaron a Europa se han realizado más de 10000 operaciones en países como Noruega, Alemania o Países Bajos. Ahora, quieren instalar 120 instalaciones de intercambio de baterías en Europa, aunque muchas de ellas sean de segunda generación. A todo ello, en estas instalaciones también tendrán parte los sistemas de carga convencionales, con puntos de hasta 500 kW de potencia y una corriente máxima de 650 amperios.
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