De todas formas, Robert Kubica ha reconocido su error y así explicaba como ha sido el momento del accidente: "Ha sido una pena, pero por desgracia estábamos bajando a gran velocidad y la curva era bastante rápida, pero fácil de perder el control. No era necesario, pero realicé una frenada muy fuerte reduciendo a tercera. Desafortunadamente cuando pisé el freno perdí la parte trasera del coche y tuve que contra volantear, haciendo un trompo y siendo muy estrecha la carretera y eso fue suficiente para tocar el quitamiedos con la rueda trasera izquierda y luego con la parte delantera del coche"
¿Ritmo de ataque?
Viendo las declaraciones del piloto polaco es más que probable que realmente no estuviera yendo al cien por cien, aunque la pérdida de control fuera fatal para sus opciones. Además, Kubica reconoce que por el set up que tenía el DS3 RRC, en algunas ocasiones tenía falta de tracción y agarre: "No es una excusa, pero a altas velocidades nos faltaba algo de agarre trasero. Debería haber tenido eso en cuenta. Por desgracia, no lo hice y el resto de la historia ya se conoce"
Como es lógico, el ex piloto de Fórmula 1 se mostraba terriblemente decepcionado con este incidente, pero a la vez concienciado de un pensamiento en el que la premisa de "Todo sirve para aprender" era protagonista: "Este accidente hace que uno esté un poco mal de moral, pero seguro que nos servirá para ganar experiencia. No debería haber ocurrido, pero puedo suceder porque esto son rallies. Se cometen pequeños errores pero estos pueden llegar a costar mucho. Si esto hubiera sucedido en una zona más amplia nada hubiera pasado. Es una lección difícil pero servirá para el futuro".
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