La Fórmula E celebró por todo lo alto el sexto compromiso del calendario 2018-2019 en las principales calles y avenidas de Hong Kong. De nuevo la categoría eléctrica volvió a demostrar el porqué poco a poco se ha convertido en la favorita de muchos seguidores de los deportes a motor, no solo porque cada vez se incrementa el nivel de competitividad entre los participantes, sino porque además, luego de seis competencias tenemos seis ganadores distintos, algo que no suele pasar en otras categorías y campeonatos del mundo de la velocidad.
La súper pole
Las emociones del fin de semana comenzaron con las acciones de la clasificación el eprix, donde el factor sorpresa abrió las expectativas para una competencia sin claros favoritos a lograr la victoria; y es que, contra todo pronóstico, uno de los debutantes de esta campaña, Stoffel Vandoorne, ex piloto de la Fórmula 1 en el equipo Mclaren, lograba imponerse entre los mejores cinco de la súper pole, demostrando que su escogencia por parte de Toto Wolff, Jefe del equipo Mercedes, fue del todo acertada. Debemos recordar que Vandoorne presta sus servicios en el equipo HWA y con esta proeza, no solo consiguió su primer puesto de cuerda dentro del certamen, sino que además le otorgó dicho galardón a HWA, quienes le preparan el camino a Mercedes-Benz, próximos a incursionar en la serie para la temporada 2019-2020.La pole conseguida por Stoffel tiene doble mérito ya que el corredor belga lo consiguió con pista húmeda producto de las lluvias presentadas durante la sesión. Por otro lado destaca la actuación de su compañero de equipo, Gary Paffett, quien también entro en el selecto grupo de los primeros cinco, obteniendo un respetable cuarto lugar. Oliver Rowland, de Nissan, logró ascender al segundo puesto al quedar a solo una décima de segundo del mejor colocado, y con ello, superar a su coequipero Sébastien Buemi, quien se hizo del octavo lugar. Andre Lotterer, de Techeetah, heredó el tercer lugar que originalmente le perteneció a Edoardo Mortara, de Venturi, quien al final de la jornada se adjudicó una sanción luego de exceder la velocidad en régimen de bandera roja. Lucas di Grassi, de Audi, y ganador del Eprix de México, cerró quinto.
Carrera accidentada
La carrera estuvo marcada por la salida en varias ocasiones del vehículo de seguridad y un régimen de bandera roja; Felipe Nasr, de Dragon Racing, golpeaba su vehículo contra las defensas luego de perder el control, acción que dejó sin lugar a los representantes de Mahindra, Pascal Wehrlein y Jerome D'Ambrosio, quienes impactaron el brasileño. El coche de seguridad se hizo presente, pero los restos de coches obligaron a ondear la bandera roja, deteniéndose la corrida por algunos minutos. Al reiniciar la justa Rowland confrontaba problemas técnicos en su bólido, perdiendo velocidad para luego ser superado por Sam Bird y Andre Lotterer. Más adelante Bird erraba su entrada a la curva número 2 y continuaba de largo, perdiendo el liderato con Lotterer.
En la vuelta 23, Vandoorne confrontaría fallos en su auto, perdiendo prestaciones para finalmente detenerse en medio de la pista, obligando a la segunda salida del coche de seguridad. Las acciones se verían afectadas por tercera vez, ya que el coche seguro volvería al trazado para socorrer, por así decirlo, a Oliver Rowland, quien terminaría por retirarse de la contienda.
Los últimos metros
Con menos de dos minutos para terminar el tiempo reglamentario más una vuelta, tanto Bird como Lotterer se enfrascaban en un lucha para conquistar la victoria la cual los llevaría a protagonizar un incidente de carrera en donde el germano se llevaría la peor parte cuando fue alcanzado por Sam en la parte trasera de su coche, ocasionándole un pinchazo, y relegándole a la décimo cuarta casilla. Sam Bid cruzaría la meta en la primera posición, pero luego los comisarios de pista le sancionarían con seis posiciones al encontrársele culpable del incidente, retrasándole al sexto puesto. Edoardo Mortara se quedaría con la victoria, seguido de Lucas di Grassi y Robin Frijns.
La siguiente parada se realizará en la ciudad de Sanya, China, el venidero 23 de marzo.
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