Pocos vehículos pueden decir que se han mantenido vivos durante 56 años en el mercado del automóvil y menos los que puedan hacerlo con tanto éxito como la Volkswagen Kombi, la furgoneta basada en la Transporter T2 que recientemente tan solo se fabrica y comercializa en mercados emergentes como Brasil. Sin embargo, todo lo bueno tiene un final y tras esta longeva vida, la Kombi va a decir adiós aunque lo hará de una manera especial ya que la marca alemana le ha querido rendir tributo con un bonito adiós. Por ello, bajo el nombre "Last Editión", Volkswagen cerrará la producción de la Kombi con una tirada de 600 unidades.
Como es lógico, a pesar del éxito que ha acumulado a lo largo de toda su vida, las normas de seguridad van evolucionando y a partir de 2014 la Volkswagen Kombi quedará fuera de la nueva reglamentación. Viendo que evolucionar el modelo no sale rentable para la marca, la casa de Wolsburgo ha decidido hacer una tirada de 600 unidades numeradas con placa conmemorativa en el interior con las que despedir a este modelo, historia viva del automovilismo y que es el modelo en venta más veterano de la casa alemana.
Desde 1957 se ha vendido en Brasil con pequeñas modificaciones pero fiel a un estilo que ha dado tantos éxitos a la marca alemana. A imagen y semejanza de la T2, la Kombi ha tenido un volumen de ventas estable durante toda su vida y posiblemente podría seguir unos cuantos años más manteniendo esos números, pero la nueva reglamentación nos entrega este limitada edición que sin duda es un guiño a un estilo de vida y a un estilo de vehículo
Construido a lo retro
Para este cese de producción, estas 600 unidades tendrán pintura exterior en dos tonos, azul y blanco con logotipos conmemorativos. Al más puro estilo retro, los neumáticos se montarán con banda blanca como en los primeros modelos originales y para seguir con esta línea tendrá intermitentes en color blanco, cristales tintados, molduras en color de la carrocería. Ya en el interior tendrá un tapizado especial en vinilo en dos tonos, cortinillas textiles y más logos conmemorativos. Sin embargo este estilo retro deja paso a las nuevas tecnologías con sistema de sonido con lector de MP3 y puerto USB e incluso conectividad para el iPod.
Por último, el propulsor no ha cambiado y como viene ocurriendo desde 2005, el único propulsor posible es el motor Flex de 1.4 litros que desarrolla 78 CV y que puede usar gasolina sin plomo y etanol de manera indistintamente dejando atrás el motor de cuatro cilindros y 1.3 litros refrigerado por aire que tenía a mediados de la década pasada. Con una transmisión manual de cuatro velocidades, esta versión limitada de 600 unidades tendrá un precio de 27.500 euros.
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