El joven neozelandés no podía estar más contento tras llegar a la cima de esta categoría: "Estoy increíblemente contento, todo el trabajo ha tenido su recompensa. Es un sueño hecho realidad para mí".
Para lograr su objetivo, ha tenido que destronar a los auténticos reyes de esta categoría, el equipo Lotus, que había vencido los dos años anteriores de vida del campeonato tanto el título de pilotos como el de constructores.
"Lotus ART es un equipo muy profesional por lo que conseguir batirles en el campeonato de pilotos es un gran logro ya que ellos han sido el equipo dominador en esta primera generación de las GP3 Series y desde aquí quiero felicitarles también por su temporada".
Una vez que consiguió alzarse con el título, Evans sabía que tendría una ayuda extra por parte de Pirelli de nada más y nada menos que 200.000 euros para poder promocionar a GP2. Con esta ayuda y la tutela de Mark Webber, el neozelandés tiene claro que quiere dar guerra el año que viene en la antesala de la F1.
"Desde que gané el campeonato y tuve el premio Pirelli en las manos, la meta para mí era la GP2 por lo que lo daremos todo para que así sea y podamos estar en su parrilla de el próximo año".
Mitch, que nos atendió amablemente en Valencia el día antes de su cumpleaños, nos comentó que se sentía con mucha presión encima por ser uno de los grandes favoritos pero que intentaba evadirse. Una vez que avanzaban las carreras y seguía estando en cabeza, el sueño de ser campeón era cada vez más real.
"Viendo como en Monza todo salió al revés, no estaba del todo seguro de ser campeón. El título llegó en la última vuelta y no dependía de mí en ese momento por lo que no tenía ni idea de si iba a conseguir ganarlo".
Este simpático piloto, sitúa Monza como el punto de inflexión de la temporada -tanto positivo como negativo- donde las sensaciones estaban a flor de piel y cualquier error se podía pagar caro: "El mejor momento de la temporada para mí fue conseguir la pole en Monza donde era crucial conseguir esos cuatro puntos por estar en ella bajo tanta presión, pero a la vez el peor momento fueron ambas carreras. Para ser más exactos cuando sufrí el pinchazo en la segunda carrera. Comencé 25º y conseguí llegar hasta el 7º cuando tuve un pinchazo que arruinó mi oportunidad de conseguir más puntos y me podía hacer perder el título".
Futuro prometedor de la mano de Mark Webber
Hablando de su futuro inmediato en la GP2, tiene claro que si consigue un asiento querrá luchar por todo desde el primer momento: "Creo que estoy preparado. Obviamente es un gran paso adelante, justo por detrás de la F1, pero sí, estoy preparado. Ahora mismo no tengo un objetivo claro porque aún no tengo coche pero de tenerlo, iré a por todas, sin duda".
Continuando con su futuro, no rechaza la posibilidad de compaginar GP2 con ser probador de algún equipo de F1 como Valtteri Bottas o Esteban Gutierrez, ganadores ambos de GP3 como él aunque de momento no tiene ese apoyo pese a pertenecer a MW Arden -equipo de Mark Webber y Christian Horner (ambos ligados a Red Bull)-.
"Estaría encantado de hacer ambas cosas si algún equipo quisiera apoyarme. Tanto Valtteri como Esteban tenían conexión con Sauber y Williams durante sus etapas en GP3 y eso es algo que yo no he tenido por lo que estoy en una situación diferente a la suya".
Para finalizar, podría ser uno de los hombres que se subiese a un Red Bull o un Toro Rosso en los test de jóvenes pilotos aunque, por el momento, no ha llegado esa llamada que sí tuvo su rival Felix da Costa la semana pasada con un RB7 en Hungría tras ganar su primera carrera de las WSR con el Red Bull Junior Team.
"Me encantaría, sería un sueño absolutamente hecho realidad. El tiempo dirá si tengo esa oportunidad pero, por el momento, no ha habido acercamientos. Pero sí, estaría muy agradecido si tuviese la oportunidad".
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