La fuga de equipos desde el comienzo de temporada se fue haciendo más pronunciada hasta la gran prueba por excelencia, las 500 millas de Indianápolis cuando tan solo Simona de Silvestro, única piloto que se ha mantenido con los propulsores de la marca británica y el invitado veterano Jean Alesi montaron una unidad de este motor Lotus desarrollado por Judd. Ambos veían la bandera negra por la excesiva lentitud, siendo esto el toque de muerte que la marca británica no necesitaba.
Contrato vs sensaciones
La compañía británica Lotus tiene un contrato de cinco temporadas firmado con los organizadores de la IndyCar. Esto provocaría que si finalmente este proyecto se viene abajo tendrá que negociar con ellos para poder firmar su marcha. De momento, el único equipo que ha mantenido los motores británicos es HVM y el equipo se ha centrado en desarrollar el motor para ellos.
En las últimas carreras, sobre todo en las dos de la serie canadiense que han estado más espaciadas en el calendario el motor Lotus ha sufrido alguna mejora, pero sin embargo, su presencia en la IndyCar 2013 no está asegurada con la llegada de los nuevos propietarios y el programa de Lotus está en el limbo, herido de muerte, pero en el limbo.
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