Sonoma, esa tierra del sol y del buen vino americano, acogió test de IndyCar la semana pasada. Unos tests que de poco sirven, cómo los de F1, ya que las probaturas son incluso más extensas que en la propia denominada categoría reina del automovilismo.
El método de trabajo de cada equipo es distinto. El compañerismo que existe es tal que Ryan Hunter-Reay, campeón en 2012, se subió al coche de Ed Carpenter Racing. Así, acontentó a patrocinadores y ayudó a mejorar el rendimiento del pit-crew, entre otras cosas.
Por y para el aficionado
América es un mundo que nos parece lejano, especialmente en las competiciones de motor. La NASCAR y la Indy son competiciones incomprendidas. Unos dirán raras, otros aburridas. Pero lo que es seguro es que encandilan al aficionado.
Acceso 100%, posibilidad de estar al lado de tus ídolos... ¡y encima hacerles preguntas en una rueda de prensa preparada en el descanso al mediodía! Una concepción diferente del mundo de la velocidad. Son shows, sí. Pero también deporte y esa cercanía encanta al público.
Curiosamente esa cercanía se demuestra también en la incursión de nuevos trazados urbanos, dejando a tiro de piedra el acercarse a un trazado: te levantas por la mañana, abres la ventana y... ¡anda, un DW12 rodando delante de mi casa!
¿Qué trabajos se llevan a cabo?
Los pilotos IndyCar quieren ir rápido, como los de F1. Sonoma es de esos trazados dónde dar una vuelta perfecta es casi imposible. A ello se le suma la alta sensibilidad del asfalto californiano, que te deja vueltas totalmente distintas en márgenes de tiempo muy pequeños.
"Tanda a tanda, de la mañana a la tarde, el asfalto mejora con el paso del tiempo. Sonoma es un trazado con alta sensibilidad a la temperatura y, conforme el sol se hiza en el aire, el trazado cambia por completo." - comenta Ryan Hunter-Reay -" Debido a eso, es muy complicado llegar a boxes y pensar: 'he clavado esa vuelta, no podría hacerlo mejor'. Esta variabilidad hace de Sonoma un reto continuo".
La carrera de Sonoma se disputará del 23 al 25 de Agosto, en condiciones extremas de calor. Con estos test no solo los equipos ponen a punto sus máquinas: el aficionado californiano puede disfrutar de los coches sin tener que pensar en cuanta cerveza o refrigerio se mete al cuerpo. Por y para el aficionado.
Artículos recomendados