De cara a la próxima temporada, la medida más importante será la de reducir el número de días de entrenamientos o pruebas libres, es decir, de test que los equipos acometen por su cuenta para ahorrar costes. De esta manera se reformulará la política de estas pruebas que pasarán a estar administradas de otra manera.
Esta medida se puede afrontar gracias a que en 2013 los actuales DW12, monoplazas estrenados a principio de esta misma temporada no sufrirán prácticamente ningún cambio, por lo que es lógico reducir el número de pruebas ya que no hay tantas cosas que probar al mantener la esencia del monoplaza intacta. Así lo han decidido también los equipos y los directivos, en busca del interés común.
Números de ahorro
Esta medida es a todas luces lógica ya que un día de pruebas con todos los medios que hay que movilizar y la logística que ello implica tiene un coste aproximado de unos 40.000 euros. Con los 15 días permitidos en la actualidad este coste se dispara y la organización de la IndyCar ha decidido que en lugar de 15 pruebas, solo se puedan realizar un total de diez.
Aunque los equipos con mayores presupuestos como Ganassi y Penske se han resistido a esta medida, parece que la cordura global ha reinado y finalmente la IndyCar 2013 tendrá los recortes necesarios en lo que respecta a los días de test.
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