Dejando de lado los monoplazas por unos días, Simon Pagenaud estará en Pikes Peak con Honda, marca que motoriza precisamente sus monoplazas en IndyCar. Sin embargo, parece más que evidente que el francés no podrá luchar por la victoria ya que la apuesta de la marca japonesa es cuanto menos peculiar. Tan solo faltaba confirmar con que coche iba a competir y ya es oficial, Simon Pagenaud estará con un Honda Odyssey en la mítica subida, es decir, con un monovolumen que aunque cuenta con un motor de 500 CV, pero que poco podrá hacer para luchar con los pesos pesados que hay en esta edición.
Movimiento extraño
A pesar de los espectaculares datos que arroja este monovolumen, el movimiento de Honda ha sido un tanto extraño. Este prototipo ha sido ensablando en la factoría que Honda tiene en Alabama (EE.UU.) y cuenta con un motor V6 de 3,5 litros al que se le ha ensamblado un turbo Garrett GT35 R para sumar la espectacular cifra de 532 CV. Este hecho junto a un chasis aligerado con una suspensión rebajada, frenos de competición y caja de cambios secuencial le convierten en el monovolumen más rápido, pero no lo suficiente como para poder competir en Pikes Peak.
Sin embargo, lejos de la excentricidad y teniendo en cuenta la rivalidad presente entre Honda, Toyota y Mitsubishi, se hace extraña esta elección con la que no podrán superar a las dos marcas rivales. Y más extraña es todavía si analizamos la apuesta de la marca japonesa que en total llevará cuatro participantes en motos, 1 en quads y cinco coches, entre los que aparecen un Acura NSX, un Acura TL SH-AWD, un Honda CR-X y un Honda Fit EV. Modelos que contrastan con el que pilotará Simon Pagenaud, que pasará de uno de los monoplazas más rápidos del planeta al primer coche familiar hecho para competir.
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