Cada competición tiene que poner a punto sus vehículos para la temporada venidera. En la F1, los tenemos en España, por ejemplo. En Estados Unidos, la IndyCar opta en este caso por asistir al mítico trazado de Sebring para dar pie a unos entrenamientos que en 2013 han estado marcados por hechos históricos.
A.J. Allmendinger, ex piloto de Roger Penske en la Sprint Cup de NASCAR, se subió en un monoplaza por primera vez desde su última carrera en la Champ Car . Todo este revuelo con The Dinger viene a raíz de un positivo por dopaje en la NASCAR, de la que le vetaron durante unos meses la licencia para correr en la Sprint Cup.
Este positivo le condujo no sólo al programa de rehabilitación, si no que también provocó su despido de Penske, equipo con el que curiosamente ha probado en Sebring. A bordo del #2, el californiano de treinta y un años marcó un tiempo de 52.618, quedándose a sólo séis décimas del mejor tiempo de la jornada.
"Mi corazón latía muy rápido y durante las primeras vueltas, el coche me dominó. Poco a poco le pillé el gustillo y todo el poder cayó en mis manos de nuevo. Aquí todo pasa deprisa, tienes más sensación de velocidad." comentaba Allmendinger
Cada uno a su ritmo
A parte de A.J. Allmendinger, también se encontraba en pista el japonés Takuma Sato, quien fue el más rápido de dicha jornada con un 51.947. Sato recordemos que estuvo a un paso de ganar las 500 millas de Indianápolis el pasado mes de Mayo, de forma que viene con las pilas cargadas.
Por su parte, Oriol Serviá cerró la tabla del test, y eso sólo significa trabajo por hacer. El español necesita cogerle el punto al coche, pero eso llegará en su momento. Oriol ya estuvo en la primera fila para la Indianapolis 500, así que se esperan grandes cosas del gerundense.
Esperemos que estas pruebas no sean un reflejo de 2013. Serviá necesita mejorar y, desde España, ansiamos esa victoria que se le resiste en los últimos años. Poco a poco y buena letra. Si se hace así, la bola de cristal de los tests de pre temporada se rompe seguro.
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