Nico Terol no pisaba el podio desde Mugello y no luchaba por posiciones destacadas desde la primera mitad del campeonato. Lo que podía parecer una crisis de resultados, sin embargo tenía un motivo fisiológico puesto que Nico Terol ha estado sufriendo un proceso de intolerancia a la lactosa, que le ha mantenido debilitado en muchas carreras. Esta patología que sin embargo ha tardado en ser detectada, ha tenido al piloto valenciano bastante agarrotado, agotado y con sensaciones difíciles a la hora de competir
"Tengo un problema de alimentación y en carreras de mucho calor acabo con muchas pulsaciones, acabo muerto, sudando mucho. Me han detectado una intolerancia a la lactosa y alguna cosa más, los doctores lo están analizando todo, pero con la dieta que hago estoy mejorando muchísimo y me encuentro mejor, y esto es lo positivo" comentaba tras la carrera el propio piloto valenciano.
Controlado por los médicos
"Venía de pasar dificultades en las últimas carreras, pero el circuito de Aragón me gusta y sabía que podía marcar un punto de inflexión. Estoy listo para la guerra. En la carrera anterior estaba luchando por la décima posición y en Aragón haciendo el mismo trabajo estoy en primera posición, eso demuestra lo apretado que es está todo en esta categoría" analizaba Nico Terol.
El último campeón de la categoría de 125cc de esta manera vuelve a estar en plena forma. Sin embargo, para ello ha tenido que pasar varias semanas de continuas pruebas y visitas a dietistas y expertos en nutrición para detectar los problemas alimentarios concretos que sufre y ahora, con una dieta muy restrictiva, Nico Terol ha vuelto a la batalla. Los médicos no pueden conducir por ti, pero está visto que en el caso del piloto valenciano le han entregado de nuevo esa "velocidad".
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