"Ha sido un incidente de carrera y no hay mucho que podamos hacer, lo que resulta más frustrante es la reacción de los comisarios, que han ayudado a Valentino y no a mí, ha sido increíble". Éstas eran las declaraciones de Casey Stoner después del incidente en el Gran Premio de España en el Circuito de Jerez, donde Valentino se pasó de frenada y arrastró con él al piloto australiano.
Por ello la FIM, decidió convocar una reunión con el director de carrera del circuito gaditano, Juan Álvarez, el día 28 de abril, en el siguiente Gran Premio de Portugal.Finalmente, tras debatir sobre el incidente y sobre las partes involucradas, la Federación Internacional de Motociclismo, ha dado la razón a los comisarios y al director de carrera, llegando a la conclusión de que la actuación de los comisarios fue segura y apropiada.
El comunicado expedido tras la reunión, explica que, tras haber examinado el video del incidente entre los dos pilotos durante el Gran premio de España el 3 de abril de 2011, y haber escuchado las diferentes explicaciones del propio director del circuito, la dirección de carrera ha decidido que el comportamiento de los comisarios había sido correcto. Pero "recomienda que las actuales normas sean revisadas por la comisión de los grandes premios con la clara intención, en la medida de lo posible, de mejorar el resultado final en este tipo de procedimientos".
Crece la rivalidad
Mientras tanto valentino y Stoner comienzan un duelo que peligra de hacerse cada vez más grande.
En una entrevista realizada para Marca, el piloto australiano recalcaba que al final del 2010 muchos le criticaron diciendo que no había explotado al máximo el potencial de la GP10, y según él, Burgess dijo que con él le servían 18 segundos para poner la moto a punto. Ahora él y Valentino llevaban trabajando en ella desde hace meses.
Ante estas declaraciones el piloto italiano respondía que según su criterio, tampoco le parecía que Stoner hubiese hecho una temporada increíble, más aún cuando al final del mundial Casey estaba por detrás de él, después incluso de haberse roto una pierna.
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