Aleix Espargaró llega al GP de la República Checa motivado por doble motivo: ya está plenamente recuperado de su lesión en la rodilla y a la vez desea celebrar su 30 cumpleaños con un buen resultado. El de Granollers cambió de década ayer, 30 de julio.
Espargaró destacó en un comunicado del Gresini Racing que su objetivo ahora es dar el máximo en Brno: "no será un fin de semana fácil, pero nos esforzaremos para dar el 110% de nuestras posibilidades".La temporada de Aleix está resultado efectiva términos numéricos, puesto que siempre que ha terminado una carrera lo ha hecho dentro de los puntos. Ha abandonado en tres ocasiones, la última en el pasado GP de Alemania. Se fue al suelo a falta de dos vueltas para el final, pero desde su equipo destacan el buen ritmo que mostró durante el fin de semana. A pesar de esa caída, Aleix salió 5º en parrilla. "Quiero enfrentar la segunda parte de la temporada con esa sensación positiva que tuvimos en Sachsenring", apuntó.
"Brno es exigente para el motor"
Ahora llega el turno de Brno, un circuito con desniveles constantes, y el piloto es consciente de que "es un circuito muy exigente", especialmente, declaró, "en términos de motor". Y, sin embargo, su trayectoria allí no ha sido mala puesto que ha puntuado en 11 de las 13 carreras que ha disputado en la pista checa. El año pasado acabó 15º.
Que está más acoplado este año a la Aprilia es un hecho que se traduce también en números. La pasada temporada se fue de vacaciones con 16 puntos, mientras que ahora mismo acumula el doble: 31. También ha reducido su número de carreras sin puntuar: cinco tenía a estas alturas de 2018 mientras que actualmente cuenta con tres.
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