Con la temporada llegando a su fin, lo que también lo hace en este fin de semana es el triplete asiático que pondrá punto y final en Sepang, antes de poner rumbo a Valencia donde Aleix Espargaró, espera estar de vuelta tras anunciarse su ausencia en este fin de semana, durante el Gran Premio de Malasia.
El español, a pesar de que pudo disputar el último Gran Premio que se celebró en Phillip Island, se ha visto obligado a ausentarse de la última prueba de la gira, a causa de la lesión que sufrió en la isla australiana donde, tras irse al suelo durante la prueba en la quinta vuelta -siendo además el único piloto-, se confirmaron los peores presagios.En un fin de semana que arrancó de la mejor forma posible para él, donde inauguró la primera jornada tomando el mando de los entrenamientos del viernes, tras su caída en la curva 1 cuando luchaba por la quinta plaza con Jack Miller, se anunció que el hombre de Aprilia se había fracturado el cuarto metacarpiano y la quinta falange de su mano izquierda.
A pesar de que ya desde un primer momento los médicos del circuito australiano ya le recomendaron pasar por quirófano esa misma noche, el objetivo inicial, al igual que también lo era el del equipo, era la idea era poder completar el triplete y evitar la operación, o al menos, retrasarla hasta que terminase la acción en el continente asiático. Algo que finalmente no será posible ya que Aleix se marcha a Barcelona, donde pasará por el quirófano este jueves.
"La idea después de la lesión era evitar la cirugía y tratar de competir aquí en Malasia. Lamentablemente, la situación me obliga a volver a casa para la cirugía, de modo que pueda recuperarme completamente para Valencia. De acuerdo con el Dr. Mir, acordamos realizar la cirugía el jueves en Barcelona", declaraba el hombre de Aprilia.
Según ha informado su equipo, el español no tendrá sustituto en este fin de semana y la fábrica italiana competirá únicamente con Sam Lowes ya que, la intención de Aleix, pasa por llegar recuperando al último Gran Premio de la temporada en Valencia tras una lesión, que ha llegado justo en lo que estaba siendo el mejor momento de la temporada tanto para la marca, como para el piloto.
A pesar de que la mala suerte se haya cruzado en su camino, Espargaró ya piensa en el último asalto de la temporada donde, siendo optimista, espera llegar a tiempo para poder demostrar la evolución que ha experimentado junto a su moto en este 2017: "Ha sido un accidente desafortunado, pero ya estoy centrado en la última carrera de la temporada en la que quiero demostrar el nivel alcanzado por la Aprilia RS-GP y yo".
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