Desde hace varias temporadas Aleix Espargaró ha ido avisando de que la RS-GP es una moto digna de estar luchando por el título y este año se encuentra en su mejor momento. En Aprilia han trabajado duro y son conscientes de que tendrán que centrarse en sus prestaciones en la salida para no perder el ritmo y estar luchando en las primeras plazas desde los primeros compases. El #41 espera que en Le Mans se pueda confirmar ese cambio de prestaciones y así estar en el grupo de cabeza desde las primeras vueltas sin cometer importantes errores.
De cara al Gran Premio de Francia, el piloto español ha admitido que todavía tiene que pulir algunos detalles, pero que el trabajo realizado en la jornada de test que se celebró en el circuito de Jerez fue fructífero con un gran resultado para los de Aprilia: "Venimos de unos buenos test en Jerez donde encontramos algunas soluciones interesantes para mejorar nuestro rendimiento en la parrilla de salida y en las primeras vueltas", comentaba con contundencia Espargaró.El piloto de Aprilia Racing ha comentado que en la firma de Noale todavía tienen un amplio margen de mejora, por lo que no se quedarán con los brazos cruzados y se centrarán en desarrollar la moto para las próximas citas de la temporada. Eso sí, ha afirmado que no tienen por el momento la moto perfecta, por lo que tendrán que trabajar en varias áreas para conseguirlo: "Es importante para nosotros seguir mejorando. La RS-GP está definitivamente a un nivel sobresaliente pero eso no quiere decir que no haya margen de crecimiento".
Toca trabajar en las salidas
Por último, el de Granollers ha admitido que todavía tienen que mejorar sus prestaciones en la salida, donde tiene problemas y pierde varias posiciones hasta conseguir el ritmo que esperaba. Por ello, ha asegurado que espera que en la cita de Le Mans pueda recuperar ese rendimiento que desea: "Sobre todo en los primeros compases de carrera que van condicionando cada vez más el resultado final. Nos dirigimos a Francia tranquilos y conscientes. Estamos trabajando bien", concluía Aleix Espargaró.
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