Álex Rins es un piloto que todavía no ha ganado ningún mundial. Todavía, porque ese es su objetivo a largo plazo, el título de MotoGP. Estuvo muy, muy cerca de ganarlo en Moto3 en 2013, pero la última curva de la última vuelta en Cheste fue testigo de como el título acabaría en manos de Maverick Viñales. También fue subcampeón en 2015 con la Moto2, y en junio de 2016 se anunció que subiría a la categoría reina, con 45 podios a sus espaldas, 12 de ellos victorias.
Con 21 años debutaba en la máxima categoría, sin apenas kilómetros, ya que en los primeros test de Cheste sufrió una fuerte caída donde se lesionó. Pese a ello, llegó a la prueba inaugural en Qatar con un gran noveno a menos de 15 segundos del ganador y primer rookie. Pero la alegría le duró poco. Legó lesionado a Argentina, cayéndose en carrera, y en los entrenamientos en Austin se lesionó el cúbito y el radio de la mano izquierda.
Reapareció en los test de Montmeló pero no fue hasta Brno donde volvería a los puntos. Tras mucho sufrimiento terminó 11º para terminar la temporada en Motegi y Valencia con un 5º y un 4º respectivamente. Su primer año en MotoGP, con varias lesiones y en constante progreso, lo cerró en 16º lugar con 59 puntos.
Llegaba 2018 y tanto el equipo como él confiaban en dar un paso adelante. Pronto se vio. En los test invernales no bajaba del top 7 y la temporada acabó siendo lo que prometía desde la primera carrera en Qatar. Aunque no comenzó con buen pie por una caída, en la cita siguiente en Termas de Río Hondo logró su primer podio al terminar tercero. En las siguientes carreras se mantuvo irregular; fallos suyos, sumado a la mala suerte y a que la Suzuki no terminaba de ir a su gusto. Pero llegaron mejoras en Assen y allí, en una de las mejores carreras que se han visto desde hace mucho tiempo, volvió a pisar el podio, esta vez en segunda posición.
Después, enlazó tres carreras en las que no se le vio en las posiciones de cabeza hasta que en Misano volvió para quedarse. Terminó 4º, repitiendo resultado en la siguiente carrera en Motorland Aragón, aunque a solo dos segundos del ganador. En el estreno en Tailandia también acabó muy cerca de la cabeza demostrando con el nuevo material que puede estar adelante en cada carrera.
Comenzaba el triplete asiático y cosechó tres grandes carreras donde pisó dos veces el podio. En Japón fue 3, en Phillip Island 5º y en Sepang 2º. "Ayer nadie contaba conmigo para el podio. Esto me ha dado un poquito más de moral", comentaba tras la carrera de Malasia. "Desde Holanda hemos dado un paso adelante", declaró a continuación.
Se terminaba la temporada como de costumbre en el Circuito Ricardo Tormo y allí estuvo más cerca que nunca de la victoria en una carrera protagonizada por la intensa lluvia. Lideraba la carrera cuando tuvieron que sacar bandera roja. Hubo una segunda pero no pudo resistir a Andrea Dovizioso y finalizó 2º. Un gran final que le hizo terminar entre los 5 primeros en la clasificación general con 169 puntos, 36 más que su compañero de equipo Andrea Iannone.
Cada vez es más constante, cada vez se afianza más en las posiciones de podio y ahora su objetivo a corto plazo es ganar carreras y un ambicioso objetivo a largo plazo, ganar el mundial. En su equipo también lo creen y su jefe de equipo, Davide Brivio comentó el rendimiento del de Barcelona y lo que espera de él.
"Podemos decir que 2018 fue mejor de lo que esperábamos", comentó el italiano, que sumó hasta 9 podios en total. Tras los buenos resultados, niega que en 2019 elaboren una moto nueva, y seguirán mejorando la actual. Habló sobre Rins y coincide con él en que lo próximo es la victoria. "Nos situamos cuatro veces segundos, tres de ellas con él, por lo tanto, la evolución natural para él será intentar ganar y ese será nuestro objetivo, esperemos, a corto plazo", afirma.
Davide quiere de Álex un piloto top, con el objetivo final de ganar el campeonato, algo que no logra Suzuki desde Kenny Roberts Jr. en el año 2000. Y desde luego que aunque las demás marcas y pilotos están muy fuertes, por el camino van, en lo que podría ser un gran 2019. Además, tendrá a su lado a Joan Mir, que seguro que no tardará en rodar rápido, aunque ni antes con Iannone ni ahora con Mir siente presión. Ahora a Rins le toca liderar el proyecto.
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