Álex Rins lleva una temporada buena a la par de algo irregular. Tiene dos podios en su casillero de la categoría reina, ambos en este 2018, y no lo está haciendo nada mal con la Suzuki, moto con la que seguirá el próximo año. En el último Gran Premio de Austria finalizó octavo, un buen top 10 que se suma a su trayectoria como uno de los pilotos más jóvenes de la parrilla de MotoGP.
El de Valdealgorfa se colocó como primera Suzuki en la undécima carrera de la temporada y además ha podido estar en la lucha por la pole position de la Q2 en nueve ocasiones, a la par que su compañero de equipo Andrea Iannone, que aunque varias veces haya estado en la Q1 siempre ha acabado pasando a la segunda sesión clasificatoria incluso colocándose segundo en Austin, la tercera parada del año."Sinceramente estoy muy emocionado por ir a Silverstone porque me gusta su trazado y tengo buenos recuerdos de allí. La pista puede ser muy adecuada a nuestra moto, y nuestra mejora en las actuaciones de las últimas carreras me da buenas esperanzas. Tenemos que seguir trabajando de una forma positiva desde el principio del fin de semana, haciendo nuestro camino hacia la clasificación y estar preparados para la carrera. El nuevo asfalto quizás nos de una respuesta un poco diferente respecto al agarre y la durabilidad", declarana Rins sobre su enfoque previo al Gran Premio de Gran Bretaña.
Por otro lado, Iannone está mejor posicionado que el español en la clasificación general, siendo noveno con 84 puntos, a pesar de que Álex se encuentra justo después del italiano con 66 puntos. Sin lugar a dudas, habrá una batalla interna en Suzuki para ver quién será el mejor piloto posicionado de la fábrica japonesa a final de temporada.
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