Tras la vuelta de vacaciones, el Mundial no da tregua y se prepara para afrontar la que será la segunda prueba después del parón veraniego. El Gran Premio de Austria, es la siguiente cita que tienen por delante los hombres de la clase reina y a ella, Álex Rins llega con la intención de resarcirse de su actuación en Brno.
Las falta de sensaciones en el trazado checo, privaron al piloto de Suzuki de pelear por las primeras posiciones y Rins, cruzó meta en la undécima posición siendo este -a excepción de las pruebas no puntuadas-, su peor resultado en lo que va de curso.Sin embargo, en la jornada posterior a la carrera, el español realizó un test en el trazado checo junto a su escudería y de ahí, el catalán, salió mucho más satisfecho: "Me siento muy bien después de los test en Brno, ya que nos sirvieron para recuperarnos de una carrera no tan positiva".
Las mejoras que encontraron durante el entrenamiento, hicieron al español sentirse más cómodo sobre su GSX-RR y también, despedirse de Brno más recuperado: "Hemos probado algunas opciones nuevas y también hemos hecho algunas comparaciones con los datos que obtuvimos durante el fin de semana de la carrera, y encontramos algunas cosas nuevas".
El Red Bull Ring, para Rins, a pesar de que a priori es un trazado que sobre el papel no parece muy complicado, es una pista muy compleja con muchos detalles y sobre ella, el español, se siente cómodo y también emocionado por empezar a pilotar.
"El circuito austríaco es uno de los que me gusta, sobre el papel puede parecer fácil, pero en verdad es muy complicado interpretarlo bien, lo cual es un desafío que me emociona", sentenció el dorsal número 42.
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