El 2019 ha sido un año de cambios para muchos pilotos. Este es el caso de Pecco Bagnaia. El piloto italiano ha visto como el cambio de categoría le ha traído importantes cambios, conociendo un nuevo mundo y dinámica de trabajo. Pese a eso, Bagnaia ha podido remediar un complicado inicio de temporada estando en el grupo delantero en las últimas citas.
En unas declaraciones concedidas a Speedweek, Bagnaia admite que el inicio fue peor de lo esperado y que le hubiera gustado ser más consistente desde inicio de año: "No ha sido la mejor temporada de rookies y ciertamente no fue lo que esperaba al principio. Pensé que sería posible ser más rápido, pero así ha sido. Intento aprender y creo que eh aprendido más, especialmente en las últimas cinco carreras. También dimos un paso adelante".El punto de inflexión en la temporada 2019 lo sitúa en la cita del Gran Premio de Tailandia, en la cual, comenzó a sentirse más cómodo y a comprender lo que le pedía la moto en cada momento: "Después de Aragón tomamos un camino y tratamos de cambiar mi estilo de pilotaje. No como desde principios de año, un poco de allí y un poco de aquí. Realmente cambiamos todo y traté de adaptarme a esta moto lo mejor que pude, para frenar muy fuerte y no depender de la velocidad en las curvas, pero aun así mantenerla".
Uno de los cambios más significativos llegó en el trazado de Phillip Island. Según el de Pramac Racing mejoraron significativamente en las frenadas, aunque asegura que llegaron al límite en varios aspectos: "Siempre es una ventaja ser un piloto que mantiene una buena velocidad en curvas. Probablemente por eso fui rápido en Australia. Dimos el gran paso: ser más fuertes en las frenadas. Los datos confirman que estoy al nivel de los otros pilotos, a veces un poco mejor. El hecho de que nos falta velocidad se debe a factores donde yo o la moto alcanzamos el límite. Probablemente resolveremos algunos de ellos con la nueva moto".
El italiano se arrepiente de todas las caídas que tuvo en la primera mitad de temporada, con incluso cuatro de ellas consecutivas. No obstante, espera que el próximo año pueda ser más regular entrando en el top 10: "El resultado no es positivo, especialmente debido a las muchas caídas, también en la carrera, cuatro seguidas en la primera mitad de la temporada. Si te caes tan a menudo, no puedes aprender mucho. Seguramente debemos ser más consistentes el próximo año, siempre en el top 10. Ese es mi objetivo para la próxima temporada".
Uno de sus principales problemas se sitúa en el exceso de confianza que tuvo en la pretemporada, algo que le lastró en las siguientes carreras: "pensé que podría ser más fácil ser siempre competitivo y estar en la cabeza. En la prueba de Qatar volví a la realidad donde tuve más problemas. Toda la temporada fue difícil. Realmente necesitaba una carrera como esta, en el grupo delantero, en la lucha por el podio. Fue muy bueno para mi mentalidad y mi equipo".
La principal novedad que tuvo que hacer frente en 2019 fue el cambio de neumáticos, pasando de Dunlop a Michelin. De este modo, el italiano ha tenido que adaptarse a las nuevas sensaciones con el tren delantero, algo que no ha sido fácil: "El neumático Michelin es muy bueno, pero primero hay que entenderlo. De 2011 a 2018 pilote con Dunlop y la sensación con el tren delantero es más o menos la misma en Moto2 y Moto3, es difícil en MotoGP con Michelin. Luché con eso. Ese es uno de los pasos más importantes que debo seguir: comprender mejor el delantero y cometer menos errores".
Por último, de cara a la próxima temporada ha comentado que espera que la nueva Desmosedici GP20 le permita mejorar en algunos puntos que le hacen ir inseguro encima de la moto: "Sobre todo, espero subirme a la nueva moto y sentir que algunos de los problemas que tuve en 2019 se han solucionado un poco. Ese es mi mayor deseo. Ciertamente es una moto más competitiva y muchas cosas son diferentes que me ayudarán a ser más rápido", concluía Bagnaia.
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