Nicolò Bulega fue una de las grandes decepciones que nos dejó la ya conclusa temporada 2018. El italiano, gran promesa de la VR46 Accademy y punta de lanza de su generación, no terminó de explotar en la categoría pequeña, donde no fue capaz de mejorar la 7ª plaza de la general obtenida en su temporada de rookie. En 2017 Bulega finalizó la temporada en 12º lugar, un registro que en 2018 no hizo más que empeorar, cayendo a la 26ª plaza (con 18 puntos y una 7ª posición como mejor resultado del año).
Por si los malos resultados obtenidos a lo largo del 2018 no fuesen suficientes, poco antes del comienzo del triplete asiático el italiano sufrió un accidente doméstico mientras jugaba con su perro y acabó por cortarse varios tendones de la mano, lo que puso punto final a su paso por Moto3 perdiéndose los cuatro últimos Grandes Premios del calendario.
"Ha sido una temporada difícil", declaró Nicolò Bulega en una entrevista al diario italiano GPOne.com. "Comenzamos bastante mal porque en los primeros test todavía arrastraba desde Valencia (2017) una lesión en el pie que no se había curado del todo. Hice todo el 2018 tratando de recuperarme de esta lesión y mis resultados estuvieron influenciados por mi condición física, y aunque luché las sensaciones sobre la moto nunca terminaron de ser realmente buenas. No fue fácil, porque mucha gente esperaba mucho de mí en mi tercer año en Moto3, tenía que hacerlo bien. Por una serie de motivos no tuve éxito y fue frustrante, pero ahora estoy feliz de dar el salto a la categoría de Moto2. Este salto es un nuevo comienzo".
"Este año aprendí muchas cosas, como a no rendirme nunca. Ya estoy mejorando con la Moto2, incluso cuando estoy parado. Los primeros test fueron muy buenos, estoy contento de cómo me encontré con el equipo. Finalmente conseguimos un buen tiempo, pero lo más importante de los test fue mi progreso. Estoy feliz de tener un compañero fuerte como Luca Marini porque, además de poder enseñarme mucho, también es un gran estímulo".
Su comienzo con las motos de media cilindrada (pese a que con el paso de los años han acabado montando motores de 750cc.) ha sido muy prometedor, concluyendo los primeros test de la temporada (en Jerez) en 11ª posición, a 0.787 segundos de Luca Marini (primer clasificado y compañero de Bulega). Su elevada altura pudo haber estado impidiendo su progreso en la categoría pequeña, con dificultades para acoplarse a la menuda montura de 250cc. Lo que está claro es que el italiano tendrá todas las miradas puestas en él en su temporada debut en Moto2.
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