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GP DE AUSTRALIA

Australia 2016: Cuando el destino ya estaba escrito

Por aquel entonces Brad Binder ya era campeón del mundo de Moto3, pero la carrera de Australia en 2016 es digna de recordar por todos los sucesos que tuvieron lugar allí.

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Australia 2016: Cuando el destino ya estaba escrito

Brad Binder ya no se jugaba nada. Llevaba siendo campeón del mundo de Moto3 desde dos carreras anteriores, concretamente en el Gran Premio de Aragón. En la temporada 2016, el sudafricano marcó el ritmo con una hegemonía increíble, que ni siquiera en su equipo ni en su familia podían creer. Además, fue capaz de ser la mejor KTM frente a todas las Honda de la parrilla, sobre todo sus máximos rivales Enea Bastianini y Jorge Navarro, subcampeón y tercero del mundial respectivamente hace dos años.

Sudáfrica al poder

La campaña en la que Binder se proclamó campeón del mundo fue inusual a la par de histórica, ya que no había un campeón del mundo sudafricano desde 1980, cuando Jon Ekerol se coronó en la categoría de 250cc, aunque Brad ha sido el primero desde el cambio de generación a Moto3, y quién sabe si en un futuro será de Moto2 viendo su gran evolución en el tercer puesto del actual campeonato.

Por otro lado, Italia y España tuvieron que conformarse con la segunda y tercera plaza de Bastianini y Navarro, respectivamente, que no pudieron con el poder que se creaba en el tándem Binder-KTM. A pesar de ello, a esta carrera llegaba el subcampeonato en juego, ya que el italiano y el español se separaban a tan sólo 21 puntos.

Australia 2016: Cuando el destino ya estaba escrito

El viernes de GP comenzaba mal para el vigente campeón, que en la combinada quedó vigesimosegundo, pero es verdad que al día siguiente pudo recuperar el trabajo marcando un 1:37.696 con el que consiguió la quinta pole position de la temporada y también la penúltima. En la primera fila le acompañarían Nicolo Bulega y Gabri Rodrigo, que tomaron provecho de la sanción impuesta a Fabio Quartararo por utilizar una centralita no homologada.

La locura hecha carrera

La prueba de la categoría pequeña comenzaría como otra cualquiera, hasta que en los primeros giros se produjo una primera caída múltiple entre Darryn Binder, Joan Mir, Khairul Idham Pawi, Juanfran Guevara y Jorge Martín, en la que no hubo grandes desperfectos, aunque la más grave fue la segunda en la curva 10 en bajada: Andrea Migno se llevó por delante a John McPhee y Jorge Navarro a Enea Bastianini, ambos pilotos conscientes pero llevados al hospital ya que se llevaron la peor parte.

Con la bandera roja en pista tras haber completado cinco giros de la carrera, Quartararo reclamaba que en el último paso por meta cruzó tercero, por lo que en teoría se daba por cumplida su sanción y podría partir tercero en el nuevo procedimiento rápido de salida, pero no fue así para el francés, que tuvo que salir último otra vez en la nueva prueba declarada a 10 vueltas.

Australia 2016: Cuando el destino ya estaba escrito

En esos diez giros, Brad lideró con mano de hierro a la par que Andrea Locatelli ocupaba el segundo puesto durante los 44,48 kilómetros que ocupó la cita australiana para la mínima cilindrada. Mientras la cabeza estaba clara, el último cajón del podio se rifaba entre diversos nombres, tales como Marcos Ramírez, Jules Danilo, Rodrigo, Martín, el menor de los Binder o el propio Canet, que fue el que finalmente se llevó los 16 puntos a su casillero.

Desde aquella extraña y peligrosa caída de varios pilotos en Phillip Island, la más parecida ha sido la de Le Mans 2017, donde en la curva 6 cayeron hasta veinte pilotos a causa del derrame de aceite de la moto de Jakub Kornfeil, que habría caído en la chicane del principio del trazado francés dejando toda la pista con un gran riesgo de que los pilotos se fueran al suelo, tal y como ocurrió.

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