Randy Krummenacher, destaca que su meta primordial es lograr el Campeonato de Supersport, categoría que está dominando con gran solvencia. En Donington Park finalizó cuarto después de haber arrancado 11º, siendo su peor resultado de lo que llevamos de año.
La consecución de este título podría otorgarle como premio una plaza para disputar la próxima edición del Mundial de Superbikes. No obstante, a pesar de haber tenido conversaciones con el CEO de Yamaha, Eric de Seynes, desconoce cuál será la oferta que aceptará para el año que viene. Sin duda, no olvida los malos resultados cosechados en el año 2017."Hablé superficialmente con Eric de Seynes sobre este tema. Mi objetivo es convertirme en campeón del mundo, entonces seguiré observando. Me gusta la clase Supersport y no sé qué oferta del Mundial de Superbikes aceptaría. No he tenido una buena experiencia con GRT en el pasado, debería haber ido a Supersport por ellos. No estoy interesado en conducir para ellos. La teoría del asiento libre siempre es agradable, pero me he vuelto muy cuidadoso han dicho mucho y al final no había nada en blanco y negro. Cuando sea el momento de decidir, analizaré que haremos el próximo año, analizaré lo que realmente está sucediendo. Estuve en el Campeonato del Mundo de Superbikes y tuve la experiencia de que está muy subestimado", ha añadido.
Yamaha es una de las posibilidades para que Randy ingrese en Superbikes después de que me Melandri anunciara su retirada. No obstante, el propio Krummenacher señala la importancia de aspectos vitales para poder ubicarse en las primeras posiciones.
"Esta es una verdadera moto, en la que muchos factores tienen que interactuar. El equipo tiene que ser mucho más grande y mejor con la experiencia de MotoGP. La moto es exigente para las personas que tienen la pista de estar constantemente en el top 5 o en el top 8. Todo lo demás no le interesa a nadie. Eso es un enorme esfuerzo adicional para la Supersport World Cup", ha expresado para finalizar.
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