El italiano del VR46 Sky Racing Team, Francesco Bagnaia, ha sido el más rápido de Moto2 en un día donde la lluvia ha sido la protagonista y, a diferencia de Moto3, no se ha mejorado ningún tiempo en la segunda tanda de entrenamientos pasados por agua. Bagnaia se ha llevado la combinada del viernes en el Red Bull Ring con un tiempo de 1:30:441 seguido muy de cerca por Lorenzo Baldasarri, a 63 milésimas, y Marcel Schrotter, a 81 milésimas.
El primero de los españoles, Alex Márquez, cuarto con un tiempo de 1:30:568 marcado en la FP1, no pudo mantener la posición en el segundo libre y bajó hasta la décimo séptima posición a la tarde a causa de la lluvia. Fabio Quartararo ha completado el grupo de los cinco primeros con el mismo crono que Márquez, algo que también le ha pasado a su compañero Joan Mir, que ha calcado el mismo tiempo que Miguel Oliveira, actual líder del mundial en la décimo quinta (Mir) y décimo sexta (Oliveira) posición.
El resto de los españoles se encuentran desperdigados por el resto de la tabla de tiempos. El primero de ellos, Jorge Navarro, noveno; Raúl Fernández, undécimo; Iker Lecuona, décimo cuarto; Mir, décimo quinto; Xavi Vierge, vigésimo; Isaac Viñales, que vuelve al mundial con el Forward Racing tras rescindirle el contrato a Eric Granado por, supuestamente, falta de resultados, vigésimo sexto; y Alex Medina, 32º, como sustituto definitivo de Viñales en el SAG Team hasta final de temporada. El andorrano, Xavi Cardelús, ha quedado 30º en la combinada, pero haciendo su mejor resultado en el mundial en la FP2 al quedar décimo cuarto, tres posiciones más adelante que Alex Márquez y dejando ver que la lluvia es su punto fuerte.
Una de las imágenes del día la ha protagonizado Tetsuta Nagashima, uno de los pocos valientes que se han atrevido a salir a pista con el circuito empapado y el diluvio universal cayendo durante la segunda sesión de entrenamientos liderada por Steven Odendaal. En una de las vueltas en las que iba lento, su moto ha hecho un highside que le ha dejado a él encima de la moto mientras se deslizaba por la pista y el piano hasta detenerse, creando una sensación de estar haciendo surf encima de la moto. Una caída curiosa y, afortunadamente, sin consecuencias para el piloto.
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