La categoría de MotoGP está pasando por un momento bastante delicado para los más veteranos, ya sea para Valentino Rossi, Jorge Lorenzo como Andrea Dovizioso, entre otros. De igual forma, vienen pisando fuerte los rookies 2019 que han aterrizado en MotoGP demostrando sus grandes potenciales engendrados en las categorías pequeñas. Aunque no todos ellos han logrado la adaptación perfecta a las motos de 1000cc, como por ejemplo Francesco Bagnaia, quien, tras coronarse como campeón del mundo la pasada temporada, no ha levantado cabeza en las nueve primeras carreras disputadas del calendario.
El piloto italiano se aventuró a dar el salto a la categoría reina de la mano de Pramac Racing después de haber sido proclamado campeón de Moto2 el pasado año. Manifestando un nivel bastante alto, puntuó en todas las carreras disputadas y logró hasta 12 podios de 19 posibles, hecho fundamental que le llevó al triunfo absoluto. Por tanto, con el horizonte fijado en la primera mitad de la temporada en MotoGP, las expectativas giraban en torno a la mejor adecuación posible a las motos de mayor cilindrada y sin embargo, parece que le está costando un poco más cogerle el punto a la Ducati.Como es evidente las diferencias técnicas y de pilotaje de una categoría respecto a la otra se hicieron patentes para Pecco Bagnaia desde los primeros instantes en los que se subió encima de la Desmosedici GP18 en los entrenamientos de pre-temporada, donde mantuvo su primera toma de contacto con la Ducati y mostró su afinidad con el equipo. Los resultados fueron mejores de lo esperado y el piloto italiano consideraba tener una buena base para afrontar el comienzo de su primera temporada en MotoGP en el circuito de Losail, a expensas de una mejora con el agarre de los neumáticos. Aun así, las primeras andadas en la categoría no se correspondieron con la ambición del piloto de Turín, puesto que, a pesar de quedarse a las puertas de pasar a la Q1 en Qatar, no pudo finalizar la carrera debido a un contacto con Danilo Petrucci al principio de la misma.
Después de un mal sabor de boca en la primera cita de la temporada, el mundial emprendió su marcha al Gran Premio de Argentina, donde tuvo la oportunidad de asentarse un poco más en la categoría y mejorar sus sensaciones con la moto, permitiéndole conseguir sus dos primeros puntos en la clasificación. Asímismo, en el trazado americano de Austin, donde se llevó el primer cajón del podio el pasado año, el piloto italiano alcanzó su mejor resultado de esta temporada con una merecida 9º posición y su primer top10 en MotoGP a pesar de no tratarse de una de sus pistas favoritas.
Tras el Gran Premio de las Américas, el pupilo de Valentino Rossi se vio inserto en un período de mala suerte de la cual le costó zafarse, puesto que durante las cuatro carreras posteriores no se clasificó, sumando cuatro ceros consecutivos en la clasificación y alejándose así un poco más de la opción de proclamarse mejor rookie del año en la categoría. Por tanto, adentrándose en el final de la primera mitad de la temporada el objetivo se focalizó en lograr las mejores posiciones posibles, y, por ende, tratar de conseguir algún punto. En la catedral del motociclismo, en Assen, consiguió finalizar en la décimo cuarta posición, sumando el mismo número de puntos que en la segunda carrera del año.
Aun así, en el Gran Premio de Alemania los problemas se multiplicaron tras sufrir una caída bastante violenta en los primeros entrenamientos del viernes, hecho que le costó la no participación en el FP2. A pesar de que las condiciones no eran favorables para el piloto, quien no se encontraba en perfecto estado, Francesco Bagnaia pudo tomar partida en la carrera del domingo y recuperar la confianza con su Ducati, sin obtener ningún punto (17º) debido a una salida de pista. El piloto italiano mostró su fuerza y ánimo por seguir mejorando a partir de la carrera de Brno que se disputará el 4 de agosto tras el parón de verano. Sin embargo, a pesar de esa racha de mala fortuna con respecto a las carreras, Pecco ha logrado formar parte de la Q2 en tres ocasiones.
Los resultados obtenidos hasta el momento por Francesco Bagnaia no se ajustan a lo que se aguarda de un vigente campeón del mundo, pero aun así, en el retorno a los trazados de cara a la segunda mitad de temporada, se espera una grata mejoría y una mayor regularidad que le permita acabar el año más cerca de cumplir aunque sea mínimanente sus expectativas. El piloto italiano ha demostrado que puede dejar huella en este campeonato y que tratará de seguir haciéndolo, ahora en MotoGP.
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