Franco Morbidelli tuvo la oportunidad de subir a la categoría reina de la mano del Estrella Galicia Marc VDS, la misma estructura con la que ganó el mundial de Moto2 en 2016. Una Honda satélite es el material del que disponía el piloto italiano, que en los últimos años no había tenido mucho éxito, pero su ambición por subir a MotoGP haría grandes cosas.
"Esta fue una gran temporada para nosotros. Lo hicimos bien, pero también tuvimos nuestros problemas y tuvimos que sufrir. Pero al final vencimos", declaraba el de Roma, que tiene un octavo puesto como mejor resultado cosechado en el Gran Premio de Australia, por delante de la novena posición de la cuarta cita del año en Jerez.Cuando cogió por primera vez su nueva moto, admite que al principio "intentó mantenerse tranquilo porque solo quería entender cómo van las primeras vueltas de una carrera de MotoGP", unido a que tiene que ser "muy agresivo", incluso más que en Moto2 como explicaba el piloto miembro de la academia de Valentino Rossi.
"Miré la carrera para ver dónde terminaría Syahrin. Terminó décimo y obtuvimos el título de rookie del año para nosotros. Esto sienta muy bien después de un año difícil. Gracias a todo el equipo y Honda, pero ahora hay un nuevo objetivo", zanjaba Morbidelli sobre la finalización de la carrera de Valencia donde se proclamó mejor debutante de MotoGP a pesar de su caída antes de la bandera roja, que hizo que se reanudara la carrera más tarde y el malayo pudo seguir pero no pudo hacer más por quedar por delante del italiano.
Su propio profesor opinaba sobre su alumno que se coronó como campeón de la categoría intermedia hace dos años: "Franco se ha vuelto más fuerte, y que parece que trabaja más duro y es más agresivo con su bicicleta", añadía el de Tavullia. Para su favor, el mismo Franco admitió que se sintió "cómodo" desde el principio en la Yamaha del equipo Petronas, su nueva montura para 2019, pero "necesita un poco más de tiempo para entender la moto y sacar todo el partido al motor".
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