Después de lograr su quinto título como campeón de Moto GP, Marc Márquez pone la vista en la que será una temporada de lo más agitada con Jorge Lorenzo como compañero de box y principal rival. Así, el catalán se pone como propósito ganar en velocidad, algo que, después lo demostrado, no le será sencillo.
Inicialmente, el de Honda se había puesto en 2018 como marca mejorar en regularidad y, tras subirse al podio en 14 de las 18 ediciones disputadas, los números acreditan su uniformidad durante todo el año."El último título tiene valor porque conseguí lo que quería, que era tratar de estar siempre en el podio", dijo hacia el portal de Motorsport.com. "La idea era que los domingos que sufriera pudiera terminar entre los tres primeros, y eso es algo muy difícil de lograr. Pude hacerlo porque lo tuve todo muy ordenado. Terminar el tercero en MotoGP no es nada fácil", explicaba.
Márquez, caracterizado por su gran agresividad para ser el más rápido cada vez que salía a pista, junto a su equipo dejó apartado parte de su impulso y se centró en esmerarse y trabajar con visión para la carrera. Y todo indica que le funcionó...
"Ahora quiero ganar velocidad, intentar ir más rápido, porque no sé cuánto mejoraran los rivales. El margen de mejora que tienen los demás es aquello que me llevó el lunes después de ganar el título en Motegi a meterme en la fábrica de Honda, a seguir probando cosas. Le aseguro (a Lorenzo) que no es fácil ir a Honda después de haber dormido dos horas", cerraba.
Hoy Márquez se encuentra en su fase final de recuperación de la operación de su hombro derecho, antes de poner rumbo a los tests de pretemporada en Sepang, del 6 al 8 de febrero.
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