A mediados de agosto de 2017 se anunció que Thomas Lüthi subiría a la categoría reina junto a Gilles Bigot. Los dos debutaban en MotoGP pero la temporada no salió para nada como se esperaba. El suizo no consiguió sumar ningún punto en las 18 carreras de la temporada, obligándose a bajar de nuevo a Moto2 para 2019.
Bigot, campeón en 1999 con Álex Crivillé en HRC y subcampeón con Luthi en 2016 y 2017 en la categoría intermedia, ha explicado para speedweek.com los motivos de dichos resultados.Ahora sus caminos se separan y 'Tom' tendrá a su lado a Michael Thier, mientras que Bigot seguirá en el Marc VDS pero en Moto2, con Xavi Vierge. Todo comenzó mal, ya que en Sepang 2017 Lüthi sufrió un feo accidente que le mantuvo muchas semanas lesionado. No comenzó la temporada al 100% y sumado a que esa Honda no era competitiva, es lo peor que le puede pasar a un debutante, aunque su compañero Morbidelli sumó 50 puntos en la general.
Lüthi, que solo tenía un año de contrato, arrancó en Qatar en la posición 16, mismo resultado que en Le Mans. Allí justo empezó una guerra del propietario con el jefe de equipo Michael Bartholemy, que no ayudaba en nada para concentrarse en los resultados. A su lado del box, la experiencia llevaba más amenos los problemas.
Bigot aclaró antes de empezar la temporada que Lüthi estaría solo. "Acusé al gerente de Tom, Dani Epp, una vez en 2017: Tom está solo. Con eso quiero decir; a diferencia de la mayoría de los oponentes, él no está involucrado en ningún entorno con el que pueda trabajar. Por ejemplo, estoy pensando en las academias de Rossi y Alzamora. Y hay menos oportunidades de entrenamiento en Suiza que en Italia o España".
El suizo iba de mal en peor, con muchas caídas, llegando a cruzar en Assen último en meta a casi un minuto del ganador. Hasta que en Australia dijo que "No tuve una experiencia con MotoGP, ni mi equipo en los boxes". Al ser preguntado a Gilles, el francés contesta: "En cierto modo, eso es cierto, porque del lado del box de Franco ya tenían experiencia de la temporada 2017 con la moto".
"Probamos muchas cosas, volviendo a una moto estándar y fijándonos en los otros pilotos de la marca japonesa, pero eso tampoco funcionó. No teníamos experiencia en MotoGP", declaró. "En pretemporada, teníamos neumáticos completamente diferentes a los del Gran Premio. Así que la moto dejó de funcionar repentinamente con la configuración de febrero, tuvimos que darle la vuelta a todo", comentó.
"Tenemos como ejemplo el GP de Australia: ahí van todos en una dirección, y también copiamos la configuración de 2017, lo que resultó ser una buena idea en ese momento. Tanto Crutchlow como Márquez tuvieron problemas cayéndose. Pero la configuración de 2017 no era efectiva por el cambio de neumáticos", afirma.
Y termina sobre lo difícil que es tener continuar en la categoría reina. "El nivel en MotoGP es muy alto. Es realmente difícil permanecer en esta clase".
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