El mundo del motociclismo italiano está de celebración y no es que Valentino Rossi haya ganado el ansiado décimo título o que Andrea Dovizioso se haya colocado líder del campeonato. Sino que tras la cita del Gran Premio de Gran Bretaña el casillero de victorias italianas en la categoría reina pasó de ser de dos cifras a ser de tres.
El sueño italiano se ha convertido realidad tras muchos años de sufrimiento. MotoGP ha permitido que la fama de las monturas japonesas desaparezca gracias a una cantera que a la larga ha dado sus frutos. Nombres como Valentino Rossi, Andrea Dovizioso, Andrea Iannone, Danilo Petrucci, Max Biaggi, Loris Capirossi o Marco Melandri, junto obviamente a un largo etcétera es la confirmación de que el motociclismo italiano está en su mejor momento.Es por todos conocido como el pilotaje de los míticos pilotos que han pasado o siguen compitiendo en la categoría reina es uno de los más bonitos del Mundial, dejando de lado las locuras de Marc Márquez. Italia, el país de la firma de Borgo Panigale, de la de Noale o del "rosso pasión" o del fenómeno tifossi y movimiento "yellow" , han hecho que la tradición por las dos ruedas se vivan alrededor del mundo.
Si en cualquier lugar del mundo preguntan quién es el mayor representante del motociclismo la respuesta que escucharán al unísono no será otra que: Valentino Rossi. El italiano ha levantado pasiones allá donde ha ido, ya sea por su pilotaje, por su forma de ser o por todo lo que ha conseguido. Rossi más allá de un piloto del Mundial es una entidad, un referente, todo lo que genera 'Il Dottore' es incalculable, se puede considerar que el Rossismo es un modo de vida.
La leyenda del italiano se remonta a su inicio en el mundial de 125cc , donde comenzó a brillar y a ser la referencia. Poco a poco fue pasando de categoría hasta llegar a 500cc, siendo el último vencedor de 500cc e hizo historia de nuevo siendo el primer ganador de una carrera de MotoGP.
Los números del italiano hablan por si solos, siendo el referente en todos los sentidos. Con 76 victorias en MotoGP y carreras que pasarán a la historia y siempre serán recordadas más allá de las pantallas y de los resultados, por lo que es imposible hablar de todas las citas o las más importantes, puesto que del italiano todo es destacable.
Pero también por sus rivalidades con otros pilotos. La más sonada fue la que tuvo con Max Biaggi, en el que un cruce de declaraciones entre el debutante (Rossi) y el veterano (Biaggi) abrió la caja de pandora. Su rivalidad en pista comenzaría cuando ambos competirían en la categoría reina, sobre el año 2000, pero llegaría al punto más álgido en 2001. ¿Quién sino recuerda la imagen de Biaggi sacando el codo para echar a Rossi de la trazada y el de Tavullia alzando el dedo corazón en Suzuka 2001?
Por su parte, Max Biaggi con solo cinco victorias en la categoría reina desde que fuera convertida en MotoGP no pasó desapercibido. Cierto es que el estreno de la categoría reina fue para el italiano el inicio de su declive profesional. No se sentía cómodo y solo pudo conseguir algunos buenos puestos en carrera mientras se acordaba de la montura que llevaba en ese instante.
Pero hay más pilotos que no lo han tenido fácil, como son Loris Capirossi o Marco Melandri. Capirossi desde que cambio la nomenclatura de la categoría reina fue de más a menos. Lograba buenos resultados, como la primera victoria de Ducati en MotoGP, allá por el 2003 cuando llegaron al mundial, llegando a sumar el piloto italiano siete triunfos. Por su parte, Melandri pasó sin pena ni gloria por el Mundial, no logró grandes hitos, se conformó con cinco victorias y algunos puntos, pero nada destacable.
Sin embargo, si tenemos que hablar de los hechos más recientes, nos quedaríamos con el paso adelante que ha dado en los últimos años Ducati. La firma italiana ha hecho otra cosa que recuperar la confianza perdida en su montura tras la marcha de Casey Stoner. Tuvieron un proceso interno de renovación bastante importante, cambiaron todo en la montura y no se desesperaron en el intento. La confirmación de que su trabajo iba por el buen camino fue la victoria de Andrea Iannone en Austria 2016.
Pero en Ducati ya piensan en cerrar el ciclo y ha sido de la mano de otro piloto. El tapado, el que intentan vender como eterno segundón y sobre todo, un piloto que no genera nada. Andrea Dovizioso habla en pista y no da puntada sin hilo. Con la victoria de Gran Bretaña 2006, Malasia 2016 y las cuatro de 2017 suma un total de 6, que han hecho que desde el país transalpino comienzan a ver al de Forli como un nuevo piloto al que tener en cuenta.
Y no es para menos. Dovizioso ha confirmado que tiene todas las características para ser el nuevo campeón del mundo. Frialdad, templanza, pasión, energía, estratega y meticuloso. La Ducati junto al italiano es la combinación perfecta, pueden hacerse con las largas rectas y las duras combinaciones de curvas sin importarles las condiciones de la pista.
Artículos recomendados