Tras la consecución de los tres títulos mundiales de Marc Márquez, Francesco Bagnaia y Jorge Martín antes de la última carrera en Valencia, la gran atención en el Circuito Ricardo Tormo eran los primeros test de 2019 que darían comienzo al acabar el Gran Premio. Todas las miradas estaban puestas en pilotos como Jorge Lorenzo, que se subía por primera vez a la Honda, en el campeón de Moto2 que da el salto a MotoGP de la mano del Alma Pramac Racing, o en Joan Mir, rookie del año de la categoría intermedia que va a pilotar la Suzuki en 2019.
"Ha superado mis expectativas", declaraba Mir tras acabar el primer entrenamiento con la que se será su moto. El mallorquín ya había probado la montura en Motegi en un test privado, pero era la primera vez que lo hacía públicamente y con la compañía de todos aquellos pilotos que conformarán la parrilla de salida la próxima temporada. "Solo puedo decir cosas buenas. Únicamente es un día de test, pero estoy contento", reconocía.En esta segunda toma de contacto con la Suzuki, el rookie de Moto2 fue el piloto que más vueltas dio al Circuito Ricardo Tormo, con un total de 59 giros. Fue en la vuelta 57 cuando el piloto conseguía su mejor crono del día, finalizando 15º a 1.371 de Maverick Viñales, quien dominaba la tabla de tiempos de la primera jornada de test. "En algún momento sí me he despistado, pero por lo general era yo el que llevaba la moto", señalaba.
Joan Mir da el salto a la categoría reina tras haber ganado Moto3 en 2017, y tras haber pasado durante esta temporada por el Marc VDS Racing Team, equipo de Moto2 con el que finalizó sexto con 155 puntos. Esta decisión de subir tan pronto a MotoGP no pasaba por la cabeza del mallorquín: "La duda de subir a MotoGP yo no la tenía. No echo nada de menos de la Moto2", añadiendo también que "la potencia es bestial y la aceleración es tremenda. En la recta corre mucho más que la Moto2".
El #36 ha tenido algunos problemas en su toma de contacto con la Suzuki: "Tuve algún problema al principio con el caballito, pero poco a poco lo fuimos solucionando". Además, este piloto de 21 años reconocía que lo que le puede costar más es la electrónica, pero señalaba que en ningún momento se vio con el agua al cuello. "Me quedo con el ambiente del equipo, que es muy bueno y lo que realmente te hace apretar más", reconocía.
Aunque el español trató de rodar en solitario "a su bola", también ha tenido la oportunidad de engancharse a la rueda de algunos de los pilotos punteros de la categoría: "Cuando veía a alguien me pegaba para ver cómo iba. Rodé un par de vueltas detrás de Maverick y me ha ayudado a preparar mejor la salida de las curvas". Mir declaraba que le gustaría encontrarse con cualquiera de los cinco primeros, pero sobre todo de Valentino Rossi.
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