Joan Mir está poniendo la clasificación apretada por parte de los cuatro pilotos debutantes de MotoGP, finalizando en los test de Valencia como segundo rookie y decimocuarto de la general con unas sensaciones positivas en la que fue su segunda toma de contacto con la Suzuki, ya que pudo probarla en Motegi.
En Jerez había más trabajo por hacer, sobre todo para un piloto joven como él que aún tiene que adaptarse bien a la categoría y a su nuevo equipo. Sin embargo, en el primer día en el trazado jerezano hizo que los comisarios sacaran la bandera roja por la fuerte caída que sufría en la curva 7 entorno a la 13:00hrs del mediodía."La verdad es que ha sido una caída bastante fea, en la curva 7, una curva bastante rápida, cuando estaba probando el neumático delantero medio. Pensaba que me había roto algo, pero en el centro médico del circuito hemos visto que no había nada roto, a pesar de que me dolía bastante el pulgar derecho y también los codos, que los tengo bastante inflamados. La verdad es que en MotoGP el asfalto está más duro", afirmaba el corredor balear sobre su caída.
A pesar del golpe, comenta que ha terminado contento, porque "a pesar de que no han hecho tantas vueltas por la tarde, en su primera vuelta tras la caída ya ha mejorado el tiempo de la mañana y ha ido mejorando sus sensaciones en la moto" junto con que han trabajado sobre todo en "probar cambios en la electrónica y ver si los nota" y ver "qué le hace mejorar y qué no".
"Tienes la moto bajo control la sientes hasta que te patina de delante. Sí que es verdad que me voy encontrando mejor con la moto. Me he encontrado muy cómodo rodando en 1'39 y luego, en la última salida, ya he podido bajar a 1'38. Los tiempos están saliendo y Suzuki me está ayudando mucho", decía Joan, que cada vez se le ve más suelto sobre su nueva montura de la categoría reina, que podrá probar próximamente en Sepang en los test de febrero.
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