Joan Mir sigue a lo suyo. El balear se ha adjudicado en el Gran Premio de Austria su séptima victoria de la temporada en once carreras disputadas, igualando así el récord de Valentino Rossi que cosechó el italiano en 1997, cuando llevó a cabo la misma hazaña que el balear, ha conseguido en la jornada de hoy.
Con el triunfo, el piloto del Leopard Racing no solo ha igualado al mítico Valentino sino que también, ha dado un golpe definitivo en la general después de que su principal perseguidor, Romano Fenati, tan solo haya sumado tres puntos en su casillero.De esta forma, Mir sigue colocando los cimientos de un campeonato con el que ya se puede permitir soñar y tras un nuevo recital, ha vuelto a demostrar que la victoria con la que se estrenó en la categoría pequeña en este mismo trazado la temporada pasada, no fue más que un aperitivo de lo que estaba por venir.
En el día de hoy, nada le ha condicionado la posición desde la que ha arrancado, es más, el balear tenía una idea muy clara antes de que se apagase el semáforo: ganar. Y no quería otro resultado. Así lo ha demostrado.
Sobre su Honda, Mir sabía que tenía algo más que el resto y tras rodar incluso en la duodécima posición, el balear lo ha puesto todo en orden y convencido de sus posibilidades, ha vuelto a tirar de talento para volver a brillar.
"Ha sido una carrera muy dura, ¡pero yo quería ganarla! Durante el fin de semana hemos trabajado muy bien con el equipo. De hecho en este circuito sabíamos que teníamos algo más que los oponentes y lo hemos visto hoy en la carrera! Saliendo desde la décima posición estaba un poco preocupado, pero después del terrible comienzo que tuve, di lo mejor de mi mejor para recuperarme", declaraba.
En una nueva remontada donde su único rival ha sido él mismo, una vez ha llegado a la cabeza, el español tenía claro que no quería formar grupo y menos, en una categoría donde rodar junto a una larga lista de pilotos te puede pasar factura.
Por ello, una vez ha sido consciente de su diferencia respecto a su perseguidor, Mir ha empujado todavía un poco más, dejando atrás al resto de los mortales: "No quería estar en el grupo porque en esta categoría siempre es un riesgo. Cuando estaba en la cabeza y vi mi ventaja en sólo 0.5s dije que era hora de empujar más y abrir la brecha a todos los demás".
Con la paciencia como característica de serie, en tan solo dos temporadas el piloto del Leopard Racing, ha adquirido una gran madurez que se traduce en su forma de gestionar las carreras: "Antes era un piloto paciente, este año he aprendido muchas cosas, incluso para razonar y manejar situaciones delicadas como esta. Mi punto más fuerte en este circuito ha sido el frenado."
"¡64 puntos son muchos, casi tres carreras! Es una lástima que todavía tengamos muchas otras carreras [risas]. En serio, estoy seguro de que estoy mirando a la tabla, pero no quiero hacer cálculos. Tenemos que estar con los pies en el suelo y tratar de estar siempre a los puntos.", añadía.
Con 25 puntos más en su casillero y el talento que ha demostrado sobre su moto, mucho tendrán que cambiar las cosas en los siete Grandes Premios restantes, para que sus rivales puedan terminar con la ilusión de Mir: ser Campeón del Mundo.
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