En el día de hoy Jonathan Rea ha puesto colofón a cinco años de éxitos y gloria. El piloto norirlandés, competitivo en todas y cada una de las sesiones del 'round', ha aprovechado la caída de Álvaro Bautista para ganar su quinto título de campeón del mundo con dos citas de anterioridad. Aunque la posibilidad era real, pocos pensaban que Jonathan Rea fuese a ser capaz de marcharse a casa con el campeonato bajo el brazo.
Pese a que no se bajó del podio en ninguna de las tres carreras, no todo fue cose y cantar. En la primera manga, un sensacional Toprak Razgatlioglu consiguió remontar desde la 16ª plaza para llevarse la primera victoria de su vida en WSBK. Más de lo mismo en la Superpole Race de esta mañana, con una sensacional gesta por parte del turco al haber remontado tantas posiciones en una prueba al 'sprint'. "En la Race 1 me quedé dormido en las últimas vueltas, un gran error por mi parte", reconoció hoy el ya campeón británico. "Fue una carrera divertida pero muy caótica, y me preocupaba verme involucrado a estas alturas de campeonato. Mi ritmo era muy bueno y sabía que van der Mark sería rápido y consistente, así que intenté irme con él".Y así lo hizo, marchándose a rueda del neerlandés. "Nuestra moto era fuerte en ciertos puntos, al igual que la suya, así que con el paso de las vueltas pude entender dónde íbamos mejor para lanzar mi ataque y ponerme líder. Aprendí de mi error de ayer y mantuve la cabeza gacha hasta la línea de meta". La caída de Álvaro Bautista cambió los esquemas de Jonathan, ya que para salir airoso de Magny-Cours tenía que ganar la carrera.
"En el equipo no habíamos hablado de la posibilidad de ganar el campeonato hoy, porque no parecía que estuviese en nuestra mano; intentaba hacer los cálculos en mi cabeza, pero no me terminaba de cuadrar que si ganaba la carrera ganaría el título", explicó Rea a los micrófonos del campeonato. "No fue hasta que crucé meta y vi el número cinco en la pizarra que empecé a pensar en que había logrado el campeonato".
Y es que la de este año es una corona especial. Aunque un título del mundo nunca es fácil de conseguir, hasta la llegada de Álvaro Bautista y su V4R nunca había tenido que exprimirse tanto. "Tras los primeros cuatro 'rounds', cuando llegamos a Europa, me di cuenta de que iba a ser duro. En Motorland y Assen nos vencieron; no lo hicieron con mucha ventaja, pero yo esperaba ganar allí. Nosotros nos concentramos en seguir trabajando. Ganar un campeonato no es solo ganar una carrera, es una combinación de factores. Analicé con mi equipo qué era lo que tenía que hacer en cada momento para mantener viva la lucha por el título. A partir de ese momento y hasta ahora he conseguido terminar todas las carreras, y eso es algo de lo que estoy bastante orgulloso".
Rea, que no se cansó de dar gracias a equipo, familia y patrocinadores, se ha coronado como todo un campeón, capaz de resistir en horas bajas y trabajar en momentos extraordinariamente difíciles. Si bien los errores de Álvaro Bautista en la segunda mitad de la campaña facilitaron su remontada, Rea suma ya doce victorias y quince segundos puestos. Pese a que el objetivo ya está cumplido, seguro que luchará por ganar en las dos citas restantes de la temporada.
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