Tras varios días de rumores, el piloto balear se ha pronunciado sobre las especulaciones que le rodeaban respecto a su situación en la fábrica japonesa. De esta manera, Jorge Lorenzo confirma que su viaje Italia-Japón tendrá un único cometido: mejorar su comportamiento sobre la moto. "Le dije al equipo que será un desafío largo porque Honda no es una moto que se adapta a mi estilo de pilotaje. Tuve lesiones. Tuve que saltarme el test de Sepang. Todo esto me dificultó seguir el ritmo. Tengo que asumir este momento con paciencia y saber que cada pequeño progreso será una victoria porque me acercaré a mi objetivo. Cuando suceda, veremos las cosas con otras perspectivas" apuntaría Jorge Lorenzo.
Entre los detonantes de esta elección podría encontrarse el desfavorable final para el balear el pasado domingo. Jorge Lorenzo concluyó la cita italiana con un decimotercer puesto, resultado significativo de cara al ecuador del campeonato. "Sabía que iba a ser una carrera difícil por el calor y por la posición de salida. Terminé como esperaba, pero evidentemente no estoy contento. Lo mejor es que viaje a Japón para trabajar en la posición de la moto y ver si podemos encontrar una solución lo antes posible", explicó el balear después de la carrera.En esta línea, el #99 deposita gran confianza en este viaje, factor clave en el lastre que lleva acompañándole desde comienzos de temporada y, que sin embargo, puede cambiar las tornas de cara al Gran Premio de Catalunya. "A ver si en Montmeló puedo disponer de alguna solución sobre mi posición en la moto, y por eso voy a Japón a trabajar. Los billetes los paga Honda, y su voluntad siempre ha estado ahí, pero por una cosa u otra no he podido dar ese paso adelante que me falta con el depósito. Está claro que tenemos un motor muy potente, pero creo que eso crea problemas en otros aspectos. Sabemos que Marc está ganando, pero si hay una marca que es capaz de poner en práctica un plan B esa es Honda" señalaba en declaraciones recogidas por Motorsport.com.
PLAN B
Por otro lado, en el box de Honda es inevitable analizar la situación de su compañero Marc Márquez, muy dispar a la que presenta el #99 tras su debut en la marca del ala dorada. "La moto es suficientemente completa para Marc pero difícil para el resto de pilotos. El desafío con Marc es el más difícil. El tiene 26 años y está muy fuerte físicamente y es su séptimo año en Honda. Seguramente Márquez es uno de los dos o tres mejores pilotos de la historia del motociclismo. Será muy difícil para alcanzar su nivel, pero creo que con el tiempo podré hacerlo. " confesaría Jorge Lorenzo el pasado sábado. "Estoy en una situación distinta a la de Ducati porque allí llegué como indiscutible número 1 y aquí hay un piloto que está ganando muchas carreras. Me falta energía y cuando al final me atacan los otros pilotos estoy muy fatigado".
Al amparo de esta situación, Jorge Lorenzo se sincera sobre la estrategia, potencial e ingenio de los demás rivales en la parrilla de MotoGP. "Valentino es técnicamente el más parecido a mí, preciso y constante. Andrea es un piloto pero, inteligente y genial, comete muy pocos errores, técnicamente tenemos poco en común. Márquez es otra cosa, es agresivo, el tiene una forma física de pilotar, es muy rápido y no tiene miedo a las caídas" considera.
Sin embargo, a pesar de los infortunios que se ha ido encontrando en el camino hacia el título, Jorge Lorenzo no descarta un giro de 180º en su trayectoria deportiva. "Nunca he pensado en rendirme. Tengo contrato de dos años, y espero que los pequeños pasos que daré con más experiencia, aumenten las motivaciones de mi equipo y las mías, que crean que en el futuro podremos aspirar a grandes resultados. Estoy enfrentando un desafío difícil. Generalmente me gustan, pero solo cuando finalmente logro superarlos. El Equipo Repsol Honda ha estado trabajando muy duro y estoy seguro de que pronto podré lograr algunos resultados para agradecerles".
Por último, Jorge no olvida el porqué está aquí, y considera esta actitud algo fundamental en cualquier deporte de élite. "El motociclismo me quitó un pequeño trozo de mi dedo de la mano izquierda. Seguramente, me ha quitado momentos de diversión con amigos, tiempo libre. Tuve que entrenar y sacrificarme, pero incluso las personas normales se sacrifican a diario en su lugar de trabajo. Una vida perfecta es imposible, tuve mucha suerte. Es más difícil que firmar un contrato para seguir adelante, una nueva moto. Una vez que mis días como piloto hayan terminado, me gustaría disfrutar de las cosas que nunca antes había hecho, como viajar por el mundo, conocer los mejores restaurantes, hoteles, playas, etc" zanjaría el #99.
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