A veces la televisión convencional nos depara agradables sorpresas. La entrevista realizada a Jorge Lorenzo, 5 veces Campeón del Mundo de MotoGP anoche, es una de ésas. Conducida por Bertín Osborne en su propio programa "Mi casa es la tuya" de Telecinco, en que cada semana trae a un invitado famoso a su casa para invitarle a cenar al mismo tiempo que, mediante un formato de charla cómoda, la entrevista se transforma en una conversación casi informal, como si invitado y entrevistador fueran dos viejos conocidos.
En esta ocasión, el foco de la entrevista se ha centrado en el terreno más personal y poco conocido del piloto mallorquín más que en el terreno deportivo. Jorge tuvo una infancia como la de otro niño cualquiera. Se le daba bien dibujar y las manualidades y de no haber llegado a ser piloto profesional, tal vez se hubiese decantado por el arte. Se define a sí mismo como un estudiante medio, un poco gamberro de pequeño. Tuvo que dejar el colegio en 3º de ESO para poder dedicarse de pleno a las motos, ya que debido a ellas faltaba mucho a clase e incluso algunas veces no le dejaban entrar por los peinados "macarras" que le hacía su padre, ya que Lorenzo estudió en un colegio religioso muy estricto con la vestimenta y los peinados que llevaban sus alumnos. Jorge tiene una hermana, Laura, con la que de pequeño hacían juntos un montón de vídeos caseros sobre cualquier cosa, con su padre como cámara. Comparte con ella, pues, una sanísima relación fraternal."O dedicas toda tu vida a las motos, o no consigues nada"
Precisamente a su padre, Chicho, es la principal persona a la que Jorge agradece de corazón el haberle inculcado desde pequeñito la pasión por las dos ruedas. A pesar de no disponer del dinero suficiente para comprar una moto nueva, Chicho consiguió construir una moto a la medida de un Jorge de 3 añitos con piezas de otras motos. Así pues, aquella primera moto era única, no había dos iguales; construido con el motor de una Puch y las ruedas de una Vespa.
Jorge y su padre iban con aquella improvisada moto a rodar a un circuito cercano que alquilaban por horas. Chicho inmortalizó el momento con la cámara de vídeo y se aseguró de que aquella grabación llegase a buen recaudo para brindarle a su hijo la oportunidad de convertirse en piloto de motos profesional. Y esa oportunidad llegó de las manos del equipo Monlau, por lo que Jorge y su padre se trasladaron a Barcelona para trabajar con ellos en su programa de talentos primero y después en el mundial con Derbi en 125cc.
Lorenzo relató también en el programa de anoche que la pasión por la motos no sólo era cosa de su padre. Tanto él como su madre se conocieron trabajando en una empresa de mensajería que utilizaban moto y, además, ambos participaron en alguna que otra carrera amateur. Así pues, en la familia de Jorge las dos ruedas han representado algo muy importante, al menos hasta que Jorge cumplió los 10 años de edad. Con esa edad sus padres se separaron y Jorge tuvo que decidir si quedarse con su padre o irse con su madre y su hermana. Pensando en su futuro como piloto, la decisión fue clara: quedarse con su padre en Barcelona y continuar su carrera profesional.
Con 14 años ficha por Derbi para disputar el mundial de 125cc. A partir de aquí Jorge se dedica seriamente a esto de ser piloto y sufre su primera caída fuerte en la que tuvo que pensar si seguía con las motos o no. Fue en una carrera en la que pisó una pieza de la moto de otro piloto que quedó en pista y consecuentemente, la caída fue muy fuerte y acabó rompiéndose la clavícula izquierda por primera vez (de las muchas que vendrían después). Llegó al hospital con convulsiones y Chicho, preocupado como cualquier otro padre por su hijo, le propuso seriamente dejar esta "mierda" de las motos. No iba a permitir que su hijo perdiese la vida tan tempranamente con esto. Pero Jorge se opuso, a pesar de que estaba asustado, efectivamente. Sin embargo, dejarlo ahora sería como no haber empezado y no podía permitirse terminar así con tanto esfuerzo y empeño puesto de su familia, a la que tanto le debía. La relación con su padre se acabaría rompiendo con los años.
Los miedos fueron también un tema clave en la entrevista de anoche. Como bien sabemos, Lorenzo ha sufrido caídas muy feas durante su carrera deportiva. El piloto mallorquín destacó las sufridas en su primer año en la categoría reina, 2008, sobretodo la sufrida en Shangai, en que se rompió los dos tobillos en una volada tremenda durante los entrenamientos; sin olvidar tampoco el espeluznante topetazo durante los entrenamientos en el circuito de Assen en 2013, en que acabó con la clavícula izquierda rota de nuevo, voló hasta el hospital de Barcelona para una operación express y el sábado disputó la carrera de Holanda recién operado e infiltrado hasta las trancas para terminar 5º en el GP en otra heroicidad que perdurará en los libros de historia del motociclismo. Tantas caídas te hacen aprender a ver las cosas con más calma y serenidad.
La personalidad de Lorenzo se ha ido transformando con los años, a partir de tantas experiencias, tanto positivas como negativas, vividas. Se define como alguien muy tímido, de ahí a que esa capa visible "chulesca" que le hemos visto en más de una ocasión sea una tapadera a su verdadera personalidad. Un guardaespaldas invisible para protegerse frente a los desconocidos. Su, en ocasiones, extrema sinceridad que tan en consideración tiene le ha causado también algún que otro encontronazo con el equipo en el que ha estado en aquel momento e incluso también con sus sponsors. Anoche confesó su reciente afición por el golf, y que cada miércoles de Gran Premio juega un partido en la pista de golf más cercana al circuito que tenga en ese momento.
Otra confesión venida por parte de María, la madre de Jorge, es que Lorenzo de pequeño tenía muy mal perder. Con los años Jorge ha aprendido a saber perder y a respetar y a aprender de sus rivales, incluso de aquellos que más le han hecho sudar la gota gorda. Por increíble que parezca, la pregunta del millón sobre a qué piloto considera como el mejor de todos los tiempos salió a la luz. Y la respuesta fue que, a pesar de que siempre ha sido muy fan y admirador de Max Biaggi, por su carisma y por todo lo que ha aportado y actualmente aún aporta al motociclismo, Valentino Rossi, su antiguo compañero de equipo en Yamaha, es para él el mejor de todos los tiempos. Será verdad eso de que el roce hace el cariño.
Sus héroes siempre serán dos leyendas de otros deportes: Muhammad Ali, leyenda del boxeo, y Michael Jordan, leyenda del baloncesto. Los verdaderos héroes para él, eso sí, son los que trabajan para sacar a su familia adelante y llegar a final de mes. Jorge también habló un poco sobre su futuro. Hace unos años atrás, se veía con 27 años ya retirado de MotoGP, pero que han ido pasando los contratos y está disfrutando más de su profesión cada día y por eso no lo ha dejado todavía. De hecho, no tiene fijada ninguna fecha concreta para el retiro. Indicó que con un título más de Campeón del Mundo, ya se conforma.
Dijo muy convencido de que si alguna vez tiene algún hijo que se interesase en correr en moto como ha hecho él, intentaría persuadirle de todas las formas posibles de que se hiciese piloto por lo mal que lo ha pasado él con las caídas.
En general, fue una entrevista muy agradable por parte de Jorge, que esquivó con agradecida cortesía todas aquellas preguntas que pretendían crear una buscada y forzada polémica por parte de Bertín. Podéis verla íntegramente, aquí.
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